Bilbao. ¿La aprobación de casi todas las propuestas de resolución en el debate facilita el apoyo del PNV a los Presupuestos de 2012?

Es reflejo de una buena disposición por parte del Gobierno español porque sobre el Presupuesto de 2012 no nos vamos a sentar a hablar hasta que no se cumpla el 100% de lo acordado el año pasado. Las propuestas de resolución incorporaban algunas iniciativas muy importantes para desbloquear aspectos importantes de los asuntos que quedan pendientes del acuerdo del año pasado, por ejemplo la de los trenes de cercanías. Si en un mes cumple este compromiso entenderemos que está en buena disposición. Si remolonea o juega de manera cicatera retrasando el proyecto será síntoma de que dice una cosa y hace otra.

¿Se siente cómodo por su papel de colchón de Zapatero, que es percibido como cómplice de su incapacidad para hacer frente a la crisis?

El único partido que centra su agenda política y parlamentaria exclusivamente en la defensa de los intereses vascos, bien sea para atraer inversiones, bien sea para ganar poder, bien sea para traer transferencias o incrementar el autogobierno... es el PNV. Pero esto sólo se puede producir si no hay mayoría absoluta en Madrid. Sería un error estratégico mayúsculo el que por el hecho de que la prensa de la derecha, muy interesada en quitar a Zapatero para que entre Rajoy a La Moncloa, nosotros renunciáramos a la posibilidad de hacer efectivo nuestro programa, incurriendo en el riesgo de que llegue un gobierno con mayoría absoluta del PP.

Pero mientras tanto la presencia de Zapatero en el gobierno está deteriorando la economía.

Bien, pero ¿qué garantíamos tenemos de que la de Rajoy no? ¿Alguien sabe cuál es la capacidad de Rajoy y del PP para reorientar la economía? Lo que sí sabemos ahora es que, esté quien esté en el gobierno el margen de opciones es muy reducido. La UE marca unas directrices de política económica muy centradas en la austeridad que reclama ajustes para hacer posible un crecimiento y una recuperación económica a medio o largo plazo, y ese marco lo van a tener que respetar exactamente igual. Por tanto, si no va a haber políticas económicas diferentes, siempre prefiero un gobierno que no tenga mayoría absoluta a uno que lo tenga. Y el riesgo de que el PP tenga mayoría absoluta es muy elevado.

Usted ya ha pasado por esa situación, en la segunda legislatura de José María Aznar.

Efectivamente, por eso mismo sé hasta qué extremo se restringe el marco de posibilidades de un grupo parlamentario como el nuestro en un contexto de mayoría absoluta, que prácticamente nos reduce a la posibilidad de hacer testimonialismo político, con unas posibilidades prácticamente nulas de sacar rentabilidad efectiva a nuestra labor parlamentaria.

¿Qué les queda por pedir en la negociación de los Presupuestos?

Euskadi sigue teniendo muchas necesidades, y muchas ambiciones, para las que las instituciones generales del Estado pueden hacer contribuciones importantes, tanto en el ámbito económico como en el de la ordenación jurídica. Como no vamos a sentarnos a negociar las cuentas públicas de 2012 hasta que se cumplan los compromisos acordados el año pasado, sería contradictorio empezar a adelantar las condiciones de la negociación.

Sin la actuación del PNV en el Congreso, ¿España hubiera tenido que ser rescatada?

En mayo de 2010 estuvimos al borde de una intervención y hubo algunos grupos parlamentarios que arrimaron el hombro como CiU y CC, que fueron los que apoyaron el recorte más drástico. Afortunadamente, ha habido grupos parlamentarios, no sólo el nuestro, que hemos sabido actuar con responsabilidad en los momentos decisivos y de impedir que la deriva marcada por la dinámica del PP nos abocará a escenarios que podrían habernos situado en riesgo real de la intervención. No hay más que ver lo ocurrido en Portugal. Cuando el recorte es voluntario se aplica con las tijeras, cuando deriva de un rescate, con la motosierra.

Patxi López se atribuye el mérito de haber traído a Euskadi las transferencias que el Grupo Vasco ha negociado con el Gobierno español.

Me resultó patética aquella comparecencia en la que, ante la incredulidad de toda la concurrencia, pretendió dar a entender que las transferencias eran fruto de las gestiones que ellos habían tenido con el Gobierno español. Sobre todo porque todo el mundo sabe que las transferencias han sido logradas por nosotros, todo el mundo sabe a cambio de qué y por qué precio y todo el mundo ha seguido al detalle la evolución de las negociaciones a lo largo del primer semestre.

¿Es una cuestión de voluntad o es una cuestión de eficacia?

El Gobierno de Patxi López jamás hubiera podido superar los obstáculos de tipo financiero que nos ponía el Gobierno español y que hemos tenido que superar, porque son posiciones muy encastilladas y muy contrarias al Concierto Económico y muy arraigadas en la Administración central del Estado que no se desbloquean con facilidad y para las que hay que tener palancas muy poderosas. Si López hubiera negociado alguna transferencia, en el supuesto de que le interesara mínimamente incrementar el autogobierno vasco, lo que pongo en duda, lo hubiera hecho en términos bastante inferiores a lo que nosotros hemos conseguido.

Pese a que goza ahora de más herramientas económicas de autogobierno que nunca, la política económica del Gobierno Vasco sigue plegada a Madrid.

Más que el seguidismo que pueda hacer de Zapatero, que ya lo hace, lo negativo está en el desuso de los instrumentos que tiene a su disposición para hacer su propio vuelo al margen de lo que haga España. Este es el problema de raíz que tiene este gobierno. Es un gobierno que está en Euskadi pero no cree en Euskadi, ni en su potencialidad.

¿En qué medida lastra eso la recuperación de Euskadi?

Cuando PSOE y PP se juntaron aquí para desplazarnos del gobierno y formar su propio Ejecutivo, uno de los grandes riesgos a evitar era que destruyeran todo lo construido en las últimas tres décadas. Todo el mundo tendió a entender que esta destrucción versaba sobre las cuestiones lingüísticas, culturales o educativas. Pero estábamos alertando también sobre el riesgo de que echara por tierra las apuestas industriales que se han venido haciendo desde los años 80. Esto también está en peligro con este gobierno y con ello los estándares de bienestar social que se habían consolidado. Mientras otros pensaban en la construcción y en terciarizar la economía, nosotros hemos hecho apuestas duras y difíciles para reconvertir las industrias que habían quedado obsoletas.

¿Aguantará López hasta el final?

La legislatura la tienen garantizada porque ninguno de los dos partidos que integran el gobierno están mirando a estas cuestiones. Están a otra cosa. En poner banderas españolas por todos los rincones, en traer la Vuelta Ciclista a España a aquí, en que San Mamés reciba un partido de la selección española. Están haciendo una política puramente identitaria. Nos acusan de identitarios, pero las claves esenciales de su política son eminentemente identitarias.