copenhague. El Parlamento de Dinamarca aprobó ayer un "endurecimiento" de los controles fronterizos que pretenderá ocasionar "la menor alteración posible del tráfico" y que se centrará en la incautación de "productos ilegales", según confirmó el director de la Administración de Aduanas e Impuestos, Erling Andersen.
La coalición gobernante consiguió pasar esta iniciativa gracias al apoyo del Partido Popular danés con el objetivo de proteger a los ciudadanos del "crimen brutal", contrabando y el tráfico de seres humanos. Esta postura contraviene la adoptada por Alemania, que se opuso al refuerzo del control en las fronteras con Dinamarca. Andersen aseguró que estas medidas responden a un "endurecimiento del control de aduanas para perseguir la importación ilegal de, entre otras cosas, narcóticos, armas y grandes cantidades de dinero", aduciendo que "es precisamente lo que hacen a día de hoy". Este mandato estará plenamente implementado a comienzos de 2014. No obstante, desmintió que este "endurecimiento" gradual conlleve un "control sistemático de todos los vehículos y trenes que crucen la frontera" y apuntó que "estos controles serán llevados a cabo con la menor alteración del tráfico posible".