vitoria. Después de los malos resultados electorales en los comicios municipales y forales, Ezker Batua gestiona con tiento su mayor baza en la configuración del entramado institucional vasco. Sus dos votos en la investidura del futuro diputado general alavés resultan imprescindibles para que el candidato jeltzale, Xabier Agirre, renueve el cargo. De lo contrario, el sillón foral pasará a manos del PP. Ante este escenario, el coordinador general del partido progresista, quien no está participando de forma negociaciones, optó ayer por respaldar sin fisuras la postura adoptada por sus compañeros de partido y recordó al PNV que su apoyo no será gratuito. "Las posibilidades están al 50%", declaró Mikel Arana en los micrófonos de Radio Euskadi.
Según el líder de EB, el PNV "está equivocado de cabo a rabo" si cree que su partido no se atreverá a presentar a su propio candidato a diputado general de Álava, si no se produce un acuerdo programático con los jeltzales. Aún así, Arana manifestó que espera que en el territorio alavés "no se repita" la historia de Extremadura -donde la anunciada abstención de IU dejará en manos del PP el Gobierno autonómico, ahora en manos de los socialistas-, "pero, si así ocurriera, la responsabilidad sería del PNV".
En esta misma línea argumental, añadió que si la formación jeltzale quiere el apoyo de su formación "va a tener que pagar por esos votos, y eso significa hacer políticas diferentes, a incidir en el ámbito del empleo y la fiscalidad", aseguró el coordinador general, para apostar también por "recuperar el Impuesto de Patrimonio".