Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona ha calculado que reparar los desperfectos de la acampada de los indignados en plaza de Cataluña costará al menos 240.000 euros. Esta cifra no incluye las estatuas ni la propia operación de desalojo, según avanzó ayer la tercera teniente de alcalde en funciones y responsable de Seguridad del consistorio barcelonés, Assumpta Escarp. Escarp explicó que debe restituirse mobiliario urbano y la jardinería, además de la capa de protección del suelo en forma de estrella que los indignados dañaron parcialmente, mientras que de las estatuas se encargará Patrimonio porque son elementos de carácter histórico artístico.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, subrayó que "el conjunto de la sociedad tiene derecho a no gastar dinero por los desperfectos" de la plaza Cataluña y expresó su satisfacción porque la acampada haya finalizado en la madrugada del miércoles gracias a un operativo policial que calificó de "más que correcto".
De la plaza se retiraron cerca de 75 toneladas de escombros, para lo que fueron necesarios 29 camiones y 5 compactadoras. El movimiento 15M ya hace semanas que se desvinculó de los últimos acampados porque hace quince días que decidieron dejar de pernoctar y convertir la plaza en un ágora de debate, según Ivan, de la comisión de comunicación.
La acampada sufrió un rápido proceso de degradación desde que la asamblea decidió trasladar el movimiento a los barrios de Barcelona y un grupo de unas 150 personas hicieron oídos sordos a la decisión de la mayoría . "Últimamente las cosas se habían puesto muy feas y había discusiones, robos y cosas peores cada noche", según comentaron fuentes de la comisión de comunicación. Los vecinos y comerciantes de la zona expresaron en la mañana de ayer su satisfacción por el desalojo ya que "últimamente todos los indigentes, traficantes y colgados se refugiaban en la plaza de Cataluña porque sabían que allí no entraba la policía", según explicó una vecina.
Tras 5 sesiones Después de cinco sesiones de negociación con los indignados para una salida pactada, en la que mediaron integrantes del movimiento del 15M, se procedió a la limpieza de la plaza en la madrugada del miércoles. Tras un primer momento de tensión en el que una persona ha sido detenida por desobediencia a la autoridad, los acampados han decidido acatar las órdenes y abandonar la plaza pacíficamente. En la operación conjunta participaron agentes de la Guardia Urbana (150) y Mossos d'Esquadra (400), así como personal de los servicios de limpieza municipales (140).
Esta operación supuso un "desalojo pacífico" y fue respaldada por un decreto de alcaldía que firmó el aún primer edil en funciones, Jordi Hereu, y que fue trasladado a los cuerpos policiales y a la Fiscalía, relató Escarp. La operación se con 163 identificados, de 19 nacionalidades distintas, de entre los 200 que había cuando se procedió a desalojarla.
El director general de la policía autonómica, Manel Prat, aseguró que los identificados fueron "personas sin hogar, enfermos psíquicos, drogodependientes y personas que viven en la marginalidad", un tercio de los cuales tienen antecedentes penales y que "poco o nada tienen que ver con el movimiento 15-M". Solamente una quincena de indignados volvió a la plaza por la mañana y se sentó en un lateral.