madrid. Casi a la misma hora en la que arrancó en la Audiencia Nacional el juicio por el caso Bateragune, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional hizo pública una providencia por la que acuerda tramitar la demanda de amparo presentada por la defensa de Sortu contra la decisión de los magistrados del Supremo de prohibir la inscripción de esta formación en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior.

El tribunal de garantías se dirigió al Tribunal Supremo para que le remita las actuaciones correspondientes a este procedimiento y dio diez días de plazo tanto a la Fiscalía como a la Abogacía del Estado para que puedan personarse en las actuaciones. El recurso de la formación abertzale ilegalizada fue presentado el pasado 18 de mayo por el abogado de la formación, Iñigo Iruin, quien en dicha ocasión se mostró confiado en que la demanda pueda prosperar al asentarse en el "bagaje jurídico sólido" que se contiene tanto en el voto particular que suscribieron siete magistrados contra la decisión de la mayoría de vetar a Sortu como en argumentos de la sentencia del propio alto tribunal respecto de la coalición Bildu, que en el último momento pasó el listón de los magistrados.

En el caso de Bildu se alegó ante el Constitucional una vulneración del derecho de sufragio pasivo, mientras que en el de Sortu se alega violación del derecho de asociación, y concretamente el de creación de un nuevo partido político. El recurso también estima "inadmisible" que el TS "despachara" el rechazo a la violencia que recogen los estatutos de Sortu diciendo que la propia ETA "habría recomendado tal crítica o condena" y asegura que "se ha identificado de manera objetiva la intención real del rechazo a la violencia de ETA y su sinceridad" a través de los pronunciamientos emitidos por la formación.

El pasado 24 de marzo, el Supremo prohibió la inscripción de Sortu con el voto de nueve magistrados de la Sala del 61 del alto tribunal, por considerarlo sucesor de la ilegalizada Batasuna. Otros siete magistrados suscribieron un voto particular contrario al veto. Para la mayoría, la nueva formación pretende suceder en su actividad a la ilegalizada Batasuna utilizando una estrategia fraudulenta que fue diseñada por ETA en 2009. Los discrepantes destacaban en su voto particular que Sortu ha rechazado la violencia en los estatutos que presentó al registro y valoraron positivamente el comunicado de prensa en el que el condenó la kale borroka.