Vitoria. En pleno viaje a Madrid, el coordinador general de Ezker Batua atiende la llamada de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA para definir su visión sobre lo que ocurrirá en el Pleno de Investidura del próximo diputado general y analizar la actualidad de su partido. Confía en que sus compañeros en el territorio alavés rubriquen un pacto con el PNV que deje a los populares fuera del sillón foral y permita introducir bases programáticas de EB en las directrices que marcarán la política foral durante la próxima legislatura. Eso sí, con la convicción de que su formación ejercerá una postura opositora tras el apoyo brindado a Agirre en su reelección.
La Permanente de Álava, el máximo órgano entre congresos de EB, ha celebrado esta semana su primer encuentro tras el sorprendente Pleno constitutivo de las Juntas Generales. ¿Qué conclusiones extrajeron?
Fue una reunión ordinaria y, en ese sentido, se sigue buscando perfilar de manera definitiva los elementos programáticos de cara a la puesta en marcha de un proceso de negociación para ver si finalmente se alcanza un acuerdo con el PNV y no se permita que el PP gobierne en el territorio alavés.
¿Qué está pidiendo EB al PNV a cambio de sus dos decisivos votos para la investidura de Agirre?
Están pendientes de perfilar de manera más exacta, pero en principio ya hay una serie de cuestiones que se han tratado. Entre otras cosas, la recuperación del Impuesto de Patrimonio en Álava, una reforma electoral en las Juntas Generales, un refuerzo de los servicios sociales fomentando el empleo público y de calidad, una propuesta en el tratamiento de residuos, avanzando en la recogida en origen de la materia orgánica, y la puesta en marcha de planes de empleo.
¿El pacto incluirá una mayor colaboración de PNV y EB en otros territorios?
El planteamiento que hacemos desde el Consejo Político de Euskadi es claro y transparente: propuestas programáticas a cambio del apoyo en la investidura, si así lo desea el PNV. A partir de ahí cada uno hará su política y a nosotros nos corresponde formar parte de la oposición de las Juntas Generales de Álava. En estos momentos hay que elegir entre un candidato a diputado general u otro, y nuestra apuesta es muy clara: no formar parte del Gobierno y sí plantear una serie de propuestas programáticas que incidan en mejorar la calidad de vida de los alaveses y alavesas. Además, en el tema de la Ley Electoral hacemos nuestras las reivindicaciones que se hacían a través del movimiento 15-M para que los votos tuvieran una representación mucho más real de la que tienen en la actualidad.
Queda claro que EB no participará en el Gobierno alavés, pero ¿deja las puertas abiertas a participar en instituciones o empresas públicas dirigidas por el PNV?
Desde luego, como voluntad de la Coordinación General o del Consejo Político de Euskadi, no.
¿Ha hablado con la portavoz de su partido en las Juntas alavesas, Nerea Gálvez, después de la sesión plenaria en la que se constituyó la Mesa?
No, he hablado con diferentes compañeros alaveses pero no con Nerea.
¿Esos compañeros insisten en la versión que Gálvez ofreció tras el Pleno, que los votos de EB fueron para el PNV y no para el PSE a la hora de elegir las vicepresidencias?
Sí, sí, sí.
¿Usted está participando directamente en las negociaciones de su partido en Álava?
Respetamos la autonomía de Álava, en este caso, para alcanzar un acuerdo. Lo único que, como Consejo Político de Euskadi, se han dado unas directrices. Los compañeros alaveses y alavesas participan en las negociaciones y entiendo que lo hacen sobre la base de este acuerdo programático, que goza del visto bueno de toda la Permanente alavesa, para trasladar esa postura en la negociación.
Entiendo entonces que la libertad de actuación de las procuradoras es limitada.
Digamos que desde el punto de vista estatutario la decisión final la toma la Permanente alavesa. Al Consejo Político de Euskadi le corresponde dar unas orientaciones generales sobre cuál debe ser la política de alianzas y pactos. A partir de ahí, las propuestas programáticas de las que hemos hablado las hacen los compañeros y compañeras de Álava. Y ahí estamos todos de acuerdo.
Ha criticado con dureza la política de "cambio de cromos" y la negociación "por puestos" que enmarcó en la actuación de las junteras de EB en Álava. ¿Ha buscado soluciones?
Sobre ese tema está todo dicho. Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero no vamos a reabrir un debate de algo que ya está hecho y ya no tiene remedio.
¿Ve posible que EB se abstenga y facilite la investidura del 'popular' Javier de Andrés?
Yo preferiría que eso no ocurriera, pero aquí a la hora de determinar la responsabilidad de unos y otros hay que subrayar que el PSE ha decidido darle sus votos a cambio de nada, de ningún elemento programático, y nuestra voluntad es la de alcanzar un acuerdo programático en vistas a intentar poner en valor nuestros dos votos y demostrar que con dos junteras se pueden girar determinadas políticas a la izquierda. Ahí estará la voluntad del PNV para aceptar o no estas propuestas. Pero insisto, creo que queda tiempo, se podrá alcanzar un acuerdo y, por lo tanto, no será el PP quien gobierne en Álava.
El presidente de las Juntas anunciará mañana la fecha del Pleno de Investidura. EB propone el día 8 de julio, mientras que el PNV quiere retrasarlo. Entiendo que está convencido de que en dos semanas se puede firmar un acuerdo.
Creo que teniendo claras las propuestas que se quieren poner encima de la mesa, si hay voluntad de alcanzar acuerdos, éstos se alcanzan enseguida. La ciudadanía alavesa necesita que de una vez por todas el Gobierno alavés se ponga a trabajar. No hay ninguna necesidad de alargar las negociaciones.
Algunas voces apuntan a la ruptura de Ezker Batua. ¿Tan grave es la situación?
La situación dentro de EB no es ni más grave ni menos grave que la que puedan estar viviendo otras formaciones políticas después de unos resultados electorales malos. Estamos en un proceso de reflexión interna y a partir de ahí las conclusiones que saquemos unos y otros pueden ser convergentes o divergentes. Tenemos convocada una asamblea para el 12 de noviembre y ahí es donde se deben dirimir las diferencias y establecer la nueva línea política de EB.
Habla de unos resultados electorales malos, pero las diferencias no surgen tras del 22-M. En la propia antesala de la campaña presentaron dos listas diferentes ante la Junta Electoral.
Es un proceso que viene desde las pasadas elecciones autonómicas, en las que EB perdió prácticamente la mitad de votos que tenía. A partir de ahí se toman determinadas medidas que no consiguen recomponer la situación y ahora lo que hacemos es convocar una asamblea extraordinaria, que es donde se deben recomponer las diferencias que podamos tener, no a través de los medios de comunicación ni a través de ninguna otra vía. Somos una formación política madura, con una historia a nuestras espaldas y tenemos que hacer autocrítica. Pretendemos abrir los debates a la ciudadanía en general, incluso a través de Internet, por lo tanto creo que vamos a dar un ejemplo de participación que no todas las formaciones políticas dan ahora mismo.
A día de hoy la intención es llegar a la asamblea con dos consejos políticos.
La asamblea elegirá un único consejo político y aunque podamos llegar con dos, el resultado sería un consejo unitario.
¿El 12 de noviembre será un punto de inflexión en la historia de EB?
Será un punto de inflexión en positivo, donde finalizará una profunda crisis de dos años por tener visiones muy diferentes de la forma de actuar en política. A partir de ahí se establecerá un discurso único y con ése acudiremos a las elecciones para dejar en manos de la ciudadanía que decida si nos apoya.
¿Cómo calificaría la relación que mantiene con Javier Madrazo?
Es un tema irrelevante. Las relaciones personales entre unos y otros a efectos de proyectos políticos son irrelevantes.
Ha cesado a dos asesores del Parlamento Vasco y ha cambiado el número de cuenta donde la Cámara ingresaba el dinero correspondiente a EB por su actividad. ¿A qué se deben estas decisiones?
Lo primero denunciar públicamente la filtración de esa información que en ningún caso es pública. Vamos a elevar una queja a la Mesa del Parlamento para que no vuelva a ocurrir. Éstas son decisiones que adoptan las formaciones políticas y en ningún caso tienen que estar en menos de 24 horas en un medio de comunicación. Los asistentes forman parte del personal de confianza del portavoz parlamentario y lo normal es que yo me rodee de un equipo que goce de mi confianza y que tenga también una visión de la organización política similar a la que tengo yo. Creo que no es el único caso que ha ocurrido en el Parlamento de esta naturaleza lo que pasa es que en otras ocasiones no se han hecho públicos.
Al margen de la actualidad vasca, ¿comparte las críticas del coordinador general de IU, Cayo Lara, ante la actitud de este partido en Extremadura al facilitar un gobierno del PP?
En primer lugar, creo que se está intentado dibujar una especie de batalla entre Cayo Lara y la federación extremeña, una visión que sinceramente creo que no se ajusta a la realidad. También creo que la decisión de los compañeros y compañeras de este partido en Extremadura no es la más acertada; el PP está en las antípodas de las líneas políticas de IU y también entiendo que si bien es cierto que el PSOE está realizando políticas neoliberales, su base social no es la misma.