madrid. Los dos principales partidos intentaron ayer conquistar al Movimiento 15-M tras el éxito de sus movilizaciones del domingo. Mientras el PSOE aseguraba que escucha y comparte muchas de sus preocupaciones, el PP se presentaba a sí mismo como la solución a su "indignación".
Un día después de las masivas manifestaciones, la Ejecutiva del PSOE garantizó que escucha las reivindicaciones de este colectivo y aseguró que "toma nota" de muchas de sus propuestas. El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, felicitó a los organizadores por haber logrado marchas pacíficas aislando a los pequeños grupos partidarios de acciones violentas. Asimismo proclamó que los socialistas "también creen que el sistema democrático, el sistema de representación, el funcionamiento de las instituciones y el de los partidos es perfeccionable" y están decididos a escuchar y a reflexionar, porque "muchas de las propuestas de las manifestaciones y acampadas les son útiles". Pero el secretario de Organización del PSOE quiso también poner en valor la política y dejar claro a los indignados que "la democracia son partidos políticos".
Desde el Comité de Dirección del PP, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, ha aseguró que "la solución a la indignación" que los ciudadanos están expresando en las calles la dieron las urnas el pasado 22 de mayo cuando se puso de manifiesto que su partido representa el cambio. "Nos vamos a preparar para ser la alternativa que la dignidad de España está exigiendo", apostilló Pons, quien reconoció que el Movimiento 15-M sí les ha hecho reflexionar sobre las motivaciones de una parte importante de la ciudadanía. Los populares, afirmaron, no "minusvalorar" las manifestaciones y estar atentos a las propuestas de los indignados, si bien, según apostilló el mandatario del PP, "tampoco hay que minusvalorar el peso de las urnas".