madrid. Las protestas pacíficas protagonizadas por el colectivo de indignados del 15-M frente a Les Corts Valencianes se disolvieron a lo largo de la jornada, de forma que los diputados abandonaron el hemiciclo con total normalidad tras la sesión de investidura.

El punto más tenso de las protestas se produjo alrededor de las 10 horas, justo una hora antes del inicio de la actividad parlamentaria, cuando algo más de un centenar de indignados se concentraron junto a las entradas a Les Corts.

Tras guardar tres minutos de silencio por los casos de corrupción que afectan a los políticos y mostrarles unas "tarjetas rojas", los manifestantes permanecieron una hora sentados en el suelo, mostrando pancartas con lemas como ReCortes Valencianas y coreando otros como no tenemos pan para tanto chorizo.

En Madrid, el movimiento 15-M también se filtró en la sesión de investidura de Esperanza Aguirre como presidenta de la comunidad. Fue a través del líder de IU, Gregorio Gordo, quien aseguró que su grupo ampara "muchas de las reivindicaciones del 15-M, que también es democracia". Aguirre tomó posesión de su cargo agradeciendo emocionada el apoyo que ha tenido para gobernar tres veces seguidas.

Además, casi un centenar de indignados se concentraron de forma pacífica a las puertas del Parlamento de Cantabria para advertir a los políticos de que "les están vigilando" y de que "se les acabó la impunidad". Ataviados con pancartas en las que se podía leer ¡Peligro!: ciudadano indignado y acompañados de cacerolas, narices de payaso o flores rojas, los indignados abuchearon a algunos de los diputados, aunque sin que se hayan producido incidentes.