vitoria. Las habituales felicitaciones que recibe el recién elegido presidente de las Juntas Generales se sucedieron ayer de forma más rápida que en otras ocasiones. Las miradas, y las preguntas, estaban dirigidas a las procuradoras de Ezker Batua, pero Juan Antonio Zárate, haciendo gala de su templanza, optó por la cautela y por mostrar una línea continuista al frente de esta institución.

Segundo mandato con un inicio mucho más agitado que hace cuatro años. ¿Sorprendido?

El Pleno se ha desarrollado normalmente, no ha habido ninguna incidencia, pero parece ser que fuera del salón alguien ha dicho que había votado de una manera o de otra. En ese momento quienes presidían eran los miembros de la Mesa de Edad; es decir, la mayor en edad y la más joven, y estas señoras han hecho un recuento y ha salido como ha salido. Lo que no podemos es empezar a investigar si alguno de los 51 procuradores ha cambiado su voto. Eso es imposible. El recuento es el que ha salido. A partir de ahí que cada uno saque sus consecuencias políticas, pero no consecuencias de validez o invalidez del procedimiento.

A diferencia de la pasada legislatura, esta vez todas las fuerzas estarán representadas en la Mesa.

Es positivo que en la Mesa estén reflejados todos los grupos y todas las sensibilidades presentes en la Cámara. De acuerdo con un criterio de Ley D'Hondt, al Partido Popular nos hubieran correspondido dos puestos en la Mesa y hubiera quedado fuera Ezker Batua, pero creo que es positivo que no hayamos impuesto ese criterio y admitir que los cinco grupos que conforman las Juntas Generales estén en la Mesa.

Además del reconocimiento a los propios grupos, ¿tiene alguna ventaja en el propio funcionamiento de la Cámara esta amplia representación en su órgano director?

Puede ser enriquecedor. En la Mesa siempre se anticipan debates y de alguna manera así ya sabremos a qué atenernos cada grupo.

El PP presentará mociones para condenar a ETA en los ayuntamientos y las Juntas. ¿Será una primera piedra de toque para ver qué nos espera en relación a las diferencias entre bancadas?

El partido ha tomado esa determinación para presentar esa moción en las instituciones donde esté Bildu, y a partir de ahí veremos cuáles son los comportamientos de cada uno de ellos y sabremos cuál es la postura de esta coalición política frente al terrorismo.

¿Qué asignaturas pendientes le quedan al presidente de las Juntas después de su primera legislatura?

Hay que intentar que la institución de las Juntas Generales tenga cada vez más prestigio y sea más conocida por los ciudadanos. Creo que tanto en las legislaturas anteriores como en la mía se han hecho importantes esfuerzos en esa línea. El objetivo es continuar así, estar presentes en la vida ciudadana, en la vida política para que las Juntas Generales sean reconocidas por todos los alaveses y también, a otras escalas, por los vizcaínos y guipuzcoanos.