madrid. Pese a que la lectura de la decisión de los tres magistrados del TC es clara, ni PSOE ni PP se dan por aludidos y se limitan a culparse mutuamente del bloqueo institucional al que han sometido al Tribunal Constitucional.
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, interpreta la dimisión de Gay, Delgado y Pérez Vera como un "llamamiento al PP" para que muestre "voluntad clara" de renovar el Alto Tribunal. "Creo que es lo que están pidiendo estos tres jueces", declaró en rueda de prensa en Ferraz tras la reunión de la Ejecutiva socialista.
Iglesias se mostró convencido de que el presidente del TC, Pascual Sala, "actuará como siempre con mucha responsabilidad y el tribunal seguirá con su trabajo" y aprovechó para emplazar al PP a mostrar "con claridad" su "voluntad de acuerdos" para renovar el órgano. "Llevamos así mucho tiempo y permanentemente hemos encontrado dificultades insalvables en el PP para poder renovarlo", remachó.
Por su parte la secretaria general del PP y presidenta electa de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aseguró que las renuncias de los tres magistrados ponen de manifiesto que en España no hay "un liderazgo necesario en el Gobierno". Según añadió, con un Ejecutivo que "tome decisiones, hable claro y no vaya a la deriva", no se empezaría a "producir el caos en todas las instituciones". Además, aprovechó para relacionar estas renuncias con la decisión sobre Bildu que tomó el alto tribunal, permitiendo a la coalición concurrir a las elecciones. Fuentes populares incidían en esta idea y relacionaban la "tensión" que se ha vivido estas últimas semanas en el TC con su fallo sobre Bildu.
Pero la número dos del PP insistía en señalar al Gobierno. Subrayó que es la "primera vez en la historia" que se produce un acontecimiento de estas características, con la renuncia de varios magistrados a la vez y por eso insistió en que "a la situación de deriva que tiene el Gobierno se une también hoy el caos en el Tribunal Constitucional. Todo esto lo que pone de manifiesto es que hay una carencia de liderazgo al frente del Gobierno de España", sentenciaba. Por su parte CiU señalaba que PSOE y PP "deberían avergonzarse de despreciar la Constitución, al comentar estas dimisiónes".