GALICIA. El Obispado de Ourense decidió suspender del ejercicio público del ministerio pastoral a un sacerdote que concurrió como número dos de la lista electoral del PSOE en A Gudiña para las elecciones locales. La decisión se produce tras tener conocimiento esta institución de que Antonio Fernández Blanco tomó posesión de su acta como concejal el pasado sábado, cuando se constituyó la corporación local.
Esta suspensión, según explicó el Obispado, conlleva la prohibición de ejercer en las cuatro parroquias que tenía adjudicadas o en cualquier otra, y la suspensión de los correspondientes deberes y derechos que comporta el ejercicio del sacerdocio. En todo caso, la suspensión se mantendrá hasta que este cura "acredite fehacientemente" haber renunciado "a cualquier cargo, compromiso o actividad política" y actuar en comunión con la Iglesia.
El Obispado precisó que antes de tomar esta "penosa" determinación fueron "agotados todos los cauces de diálogo" una vez conocida la opción del sacerdote, a quien se advirtió "con respeto y con toda claridad de las consecuencias canónicas que podrían derivarse de tal decisión". La reacción del Partido Socialista de Galicia a la decisión de la Iglesia no se hizo esperar. La secretaria de Organización del PSOE ourensano, María Quintas, expresó su "condena" y atribuyó esta actuación a "una represalia política". La suspensión de Fernández Blanco "está impidiendo que los fieles de Piñor sean atendidos por una persona querida y entregada a su trabajo, una persona ejemplar", dijo.
Los socialistas censuran que el Obispado "impida a un ciudadano español representar a sus vecinos en una institución pública" debido "a su ocupación o creencia", en contra de la Constitución. No obstante, según fuentes religiosas, los sacerdotes no pueden "ejercer públicamente cometidos políticos". Según el Código de Derecho Canónico, "les está prohibido aceptar cargos públicos que llevan consigo una participación en el ejercicio de la potestad civil" y tampoco pueden "participar activamente en partidos políticos o en la dirección de asociaciones sindicales".
Quintas apostilló: "Queremos entender que no hubo presiones por parte de miembros destacados del PP de Ourense, porque sacerdotes significados de la provincia sí hicieron campaña para el PP, y uno fue concejal en Castrelo do Val".