madrid. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al miembro de ETA Ibai Beobide, detenido en febrero del pasado año cuando circulaba en bicicleta en Gipuzkoa, por la colocación de bombas en dos playas de Laredo, otra de Noja y un campo de golf de esta localidad en julio de 2008.

La Fiscalía solicita en su contra una pena de 60 años de prisión por la comisión de cuatro delitos de estragos terroristas y otro de lesiones. Según especifica en su escrito de calificación provisional de los hechos, la acción se llevó a cabo utilizando material que obtenido en Francia y almacenado posteriormente en distintos zulos.

'comando basaku' El Ministerio Público indica que Beobide formó y lideró el comando encargado de la colocación de las bombas, denominado Basaku e integrado por otras dos procesadas que se encuentran huidas. El miembro de ETA se habría encargado de enterrar los artefactos en la playa de Ris y el campo de golf de Noja, mientras que las otras dos integrantes del comando habrían instalado las bombas en Laredo bajo la caseta de los vigilantes de la playa y en una zona de dunas cercana al Paseo Marítimo.

El comando avisó de la existencia de los artefactos en un llamada al parque de bomberos del Valle de Trápaga, al que indicó que las bombas harían explosión entre las doce y las tres de la tarde del 20 de julio.

Los cuatro artefactos explosionaron sin ser localizados por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Una persona resultó herida leve por el impacto de una piedra en las cercanías del campo de golf.

ataque al taV La Sección Segunda celebrará otro juicio el viernes, en este caso contra Ibon Iparragirre y Asier Badiola que se enfrentan a una petición de 8 años de prisión por colocar dos artefactos en la empresa Construcciones Amenabar, concesionaria de las obras del Tren de Alta Velocidad.

El Ministerio Público les acusa de la comisión de un delito de tenencia de explosivos y otros de daños terroristas, ya que entiende que depositaron los artefactos bajo dos excavadoras pertenecientes a la empresa que se encontraban aparcadas en la localidad de Hernani. Los daños provocados han sido tasados en más de 127.000 euros.