pamplona. La postura adoptada ayer durante la configuración de ayuntamientos por los ediles socialistas permitió a UPN hacerse con la alcaldía de muchas localidades en las que no había obtenido mayoría absoluta, lo que repercutió en un aumento de su poder municipal respecto a la pasada legislatura en el conjunto de Nafarroa. Bien por abstenerse, bien por votarse a ellos mismos o directamente por apoyar al candidato regionalista, los socialistas, que abanderaron su campaña con el lema Por el cambio, impidieron que en muchos municipios se formara un gobierno de progreso y alternativo a UPN, aún habiendo posibilidades para ello.

Iruñea, Barañain, Burlata, Egüés, Lizarra, Tafalla, Zizur Mayor, Peralta y Sartaguda son los ejemplos más evidentes donde el PSN podría haber sido parte de un gobierno progresista. Desde la dirección socialista afirmaron que las agrupaciones tenían libertad de voto, aunque viendo los resultados queda de manifiesto que el PSN ha aceptado las condiciones que Yolanda Barcina les puso para poder acceder al Gobierno, que fueron exclusividad en los pactos y que retirasen la candidatura de Juan Moscoso al Consistorio de Iruñea. Por ello, quedan pocas dudas sobre la fórmula de Gobierno que se experimentará para los próximos años en Nafarroa: la coalición. Lejos de lo que sucedió en 2007, cuando el PSN favoreció desbancar a UPN de la mayoría de los municipios haciendo un frente común con NaBai y las fuerzas progresistas (excepto ANV), esta vez la única excepción donde el PSN favoreció sacar a UPN del sillón de la alcaldía fue en Lodosa, donde apoyó la candidatura de la independiente LOIU. En Ribaforada, el PSN llegó a un acuerdo con los ediles de NaBai y el candidato socialista se hizo con la alcaldía. En Larraga, los miembros de la agrupación local se saltaron el protocolo y pactaron con Bildu, lo que llevó a los socialistas a abrazar la makila. La coalición abertzale y de izquierdas se hizo con 17 alcaldías, y NaBai con tres.