vitoria. Su concepción de la política como una etapa pasajera y de servicio a la ciudadanía permite a Txarli Prieto afrontar con tranquilidad el adiós a la que ha sido su casa durante los últimos veinte años. Dos décadas que deja atrás pero que no le impedirán mantener vivo el pulso de la política alavesa desde su condición de secretario general del PSE alavés. En pleno proceso digestivo de la despedida, el dirigente socialista hace balance de lo que ha sido este periodo; echa la vista atrás y recuerda su paso por el Legislativo alavés y un proyecto socialista que, en la última cita con las urnas, no ha contado con el respaldo de la ciudadanía alavesa.
¿Cómo se siente después de despedirse de una institución donde ha pasado los últimos veinte años de su vida?
Muy bien, perfectamente. Con una sensación de normalidad desde el punto de vista personal. En estas decisiones la parte personal se queda en la intimidad y lo relevante para la sociedad es que el PSE toma una medida que debe conocer la ciudadanía. Lo hago hoy (por ayer) porque esta mañana he presentado la renuncia en el registro de las Juntas Generales. O lo decía yo o lo decían otros. Yo tenía claro que después de los resultados y ante el nuevo ciclo político que se abre en las Juntas era bueno que otras personas tomaran el relevo. Yo no iba a volver a ser candidato a diputado general y eso podía ser una dificultad para que otras personas tomaran el testigo. Llevo veinte años aquí y después de esta segunda opción para ser diputado general, y no habiéndolo logrado, es mucho mejor que otros compañeros asuman esta responsabilidad política.
¿Se va con pena?
No, me voy con una sensación de agradecimiento hacia las Juntas Generales y hacia mi partido. Si estás en la política por compromiso y como servicio a la sociedad, no puedes negarte a irte ni te puede dar pena. Soy bastante racional, cuando tengo una función la desempeño con satisfacción y procuro hacerlo lo mejor posible. Sientes pena cuando quieres trabajar en un sitio o hacer algo importante y no lo has conseguido, pero yo tengo la convicción de haber aprovechado siempre el tiempo. He hecho muchísimos presupuestos con otras formaciones, he hecho infinidad de debates, he tomado decisiones... Todo eso me da un bagaje que me produce mucha satisfacción. Me voy tranquilo.
¿Siente como un fracaso no haber sido diputado general?
Ese término es demasiado grueso. Cuando he sido candidato a diputado general he ido con la ilusión de lograrlo, desde luego, y me hubiera gustado dar ese resultado final a todos los que nos han votado. El resultado, por otra parte, nunca es particular, sino colectivo. Detrás de una persona hay una formación política muy importante, con mucha historia, hombres y mujeres que se dejan la piel todos los días por su trabajo.
La renuncia es una decisión que usted se encargó de poner sobre la mesa ante el Comité Provincial, pero ¿ha echado en falta voces de apoyo para convencerle de que se repensara su postura?
No, que va. Yo estoy profundamente agradecido a mi partido, que es extraordinario. Hay compañeros y compañeras que me apoyan hasta donde haga falta, un apoyo totalmente inmerecido, por otra parte. En ese sentido no tengo ningún reproche, ni mucho menos. Lo que se ha hecho es absolutamente natural y tiene una explicación totalmente razonable. Hemos trabajado para un escenario, pero la sociedad nos ha colocado en otro.
Sigue al frente del PSE alavés. ¿No ha pensado en abandonar también este cargo?
Nadie llega a ningún cargo vitalicio, eso sólo ocurre en las dictaduras. Estoy en la responsabilidades que mi partido me ofrece y estas elecciones resolvían la correlación de fuerzas en los ayuntamientos y las Juntas Generales. Ya se ha hecho lo que se tenía que hacer y sobre eso hay un resultado, una lectura política y unas decisiones que se toman. Todo lo demás son especulaciones del que quiera especular, pero como usted comprenderá no me voy a enredar en este tipo de cosas. No tengo ninguna necesidad ni sé a quién tengo que contestar, porque en mi partido desde luego no me lo han pedido.
A pesar del revés electoral, ¿mantiene su confianza e ilusión por seguir liderando a los socialistas alaveses?
Estoy en una edad estupenda, con un nivel intelectual que me permite ver y saber muchas cosas, y todo esto está a disposición de mi partido. Tengo una energía demostrada y una capacidad política que valoran mis compañeros y compañeras y estaré donde ellos quieran que esté siempre. No he accedido a ningún puesto de responsabilidad porque yo lo haya cogido, sino porque ellos me han propuesto y me han apoyado para realizar diferentes tareas y funciones.