madrid. El Gobierno castellanomanchego en funciones seguirá colaborando con el PP en el traspaso de poderes, incluso en los próximos meses, pero anunció que lo hará de gobierno saliente a gobierno entrante, y no de gobierno a partido político. "Es un ejercicio de responsabilidad democrática que el gobierno saliente garantice que el gobierno entrante pueda tomar todas las decisiones que considere oportunas desde el minuto cero", dijo el consejero de Presidencia, Santiago Moreno, aunque esta postura supone que el Ejecutivo de José María Barreda dejará de facilitar información "de buena fe", como lo hacía hasta ahora, a miembros del Partido Popular. La razón de esta ruptura de relaciones son las "acusaciones calumniosas" que han hecho dirigentes populares en los últimos días de que "Castilla La Mancha está en quiebra y no hay dinero para pagar las nóminas de los funcionarios".

El propio Moreno señaló que el pago de las nóminas a los empleados públicos "está asegurado en los próximos meses y que nunca ha estado ni estará en peligro, si no hay una voluntad contraria". Además, exigió "con toda la firmeza" a los responsables del PP una rectificación pública de esas acusaciones y dejó en manos de los servicios jurídicos de la Junta la posibilidad de llevarlas ante los tribunales.