BILBAO. El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ha reclamado a Bildu que inicie su trayectoria institucional el próximo 11 de junio, día en que se constituyen los ayuntamientos, con la exigencia de un cese definitivo a ETA. Además, ha reconocido que existen "presiones" de la coalición soberanista y de izquierdas en los municipios y ha pedido su "compromiso" para que estas actitudes desaparezcan en este "nuevo tiempo político".
En una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en la sede de Sabin Etxea de Bilbao, en la que Urkullu ha explicado que su partido no renuncia a gobernar "en ningún sitio", ha destacado que la decisión del PNV de presentar a sus propios candidatos y votarles es "la cosa más natural".
El líder jeltzale ha reclamado, además, que, al igual que Sortu en sus estatutos, ha condenado la violencia, incluida la de ETA", sería "una magnífica oportunidad que Bildu intentara empezar este tiempo, desde la responsabilidad institucional que le confieren los votos de los que ha sido beneficiario, manifestando una exigencia de cese definitivo a ETA" el próximo día 11.
A su juicio, ello supondría también para la nueva coalición "una mejor tarjeta de visita ante los partidos políticos que no quieren hablar con Bildu, cuando menos de manera pública".
PRESIONES EN LOS MUNICIPIOS
Iñigo Urkullu ha reconocido que se parte "de una situación de convivencia con muchas carencias" en Euskadi y que existe, "todavía en estos momentos", una presión que Bildu "está ejerciendo en determinados municipios, no sólo con pasquines, sino ante la posición que pueda tener el PNV el próximo sábado en determinados ayuntamientos y municipios".
Tras subrayar que la formación nacionalista "es consciente de que esto está sucediendo", ha pedido a la coalición soberanista y de izquierdas "el compromiso necesario" para que esto termine y "abordar el nuevo tiempo en una clave absolutamente diferente a la que la izquierda abertzale nos ha tenido acostumbrados en el ejercicio de la política".
El burukide ha señalado que les preocupa que persistan estas actitudes en los pueblos y ha indicado que son "reflejo de una cultura política que no es la que debe ser" en una democracia, pero ha mostrado su esperanza en que en el futuro estas dificultades "se superen". "Para eso hace falta el empeño por parte de quien ya tiene una responsabilidad política", ha concluido en alusión a Bildu.