madrid. Democracia Real Ya (DRY) no piensa dejar que se apague la llama del 15-M y tiene ya dos fechas para apuntar en el calendario: .el 19 junio, día en el que se celebrará una movilización en Madrid extensible a otras localidades, y el 15 octubre, que acogerá otra acción a nivel mundial. Jon Aguirre es miembro de esta plataforma que convocó la manifestación del 15-M, pero que no fue la artífice de la acampada de Sol, cuya naturaleza fue espontánea. "Somos entes independientes bajo un mismo mantra que es el movimiento 15-M", explica.
Cuando convocaron la manifestación ¿se les pasó por la cabeza que fuera a tener semejante repercusión?
En ningún momento pensamos que fuera a generar toda esa masa crítica, todo ese sentimiento de hacer las cosas de una manera distinta, todo ese debate político que yo creo que eso es muy importante recalcarlo: el debate político en las elecciones no se hizo entre los partidos políticos. Se hizo a pie de calle, en las acampadas, entre la gente... Ese es el gran éxito del movimiento 15-M, que gracias a él la gente se puso a hablar y se puso en contacto con otra manera de hacer democracia, vía asambleas, vía debate político ciudadano...
¿Temen que ya pasadas las elecciones el movimiento pierda fuelle?
Lo importante es que la semilla o el germen ya se ha implantado en los ciudadanos que han participado y eso nadie se lo va a arrebatar. El hecho de empezar a pensar que un cambio es posible, que otro sistema es posible, es lo importante. Evidentemente, hay cierta desestructuración. Pero es normal. DRY es una plataforma que nació hace tres meses, todo esto nos ha sobrepasado y estamos ahora estructurándolo. Lo que no es justo es que se nos exija que tengamos respuestas y estrategias absolutamente definidas cuando los partidos políticos y la gente que se supone que estaba encargada de sacarnos de esta crisis ha sido incapaz de dar respuesta. Nosotros estamos trabajando duro, planteando vías de desarrollo y una alternativa ciudadana y política al actual sistema democrático.
Han pedido una reforma de la ley electoral ¿en qué más se basan sus reivindicaciones?
Como ya decíamos en nuestro slogan: Democracia Real Ya, no somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Ahí se apuntan los tres objetivos: punto número uno, un cambio en el sistema democrático hacia un sistema en el que el ciudadano pueda participar más activamente en las decisiones públicas en las que se modifiquen sus condiciones de vida. Eso se traduce en que pasemos de una democracia representativa a que los políticos cumplan un papel de ejecutores y gestores de la voluntad popular. El segundo es que no somos mercancía en manos de banqueros; no podemos permitir que los beneficios que está produciendo esa crisis se privaticen y las pérdidas se socialicen. Tenemos que cambiar ese paradigma fijándonos en el modelo islandés. Y en tercer lugar está la redefinición de la clase política, que tiene que ver con la transparencia y con nuevas maneras de hacer política en el siglo XXI.
¿Y se pueden lograr esos objetivos sin constituirse como partido?
Estoy absolutamente convencido de ello. Hoy existen mecanismos, como las iniciativas legislativas populares y la movilización colectiva y ciudadana. Son herramientas que las tendremos que explotar al máximo. Por otra parte tenemos que trabajar en generar nuevos instrumentos que den más peso específico a los ciudadanos en las decisiones políticas.
¿Cuál cree que debe ser el proceso natural de la acampada de Sol?
Sería la descentralización hacia los barrios. Ahora hay que trabajar a una escala barrio, generar conciencia política, que no partidista, a una escala barrio y articular todas las demandas que vengan desde los barrios atendiendo a sus particularidades, pero también al contexto global que nos afecta al conjunto de los ciudadanos. La convocatoria del 19 de junio en Madrid proviene de los barrios. Es el paso que se ha marcado desde las acampadas y es el paso natural sin olvidar que siempre las plazas van a estar ahí y que conocemos el camino de vuelta a ellas.