Madrid. El colectivo Democracia Real Ya (DRY), convocante de la manifestación tras la que nació el Movimiento 15-M, trabaja en la elaboración de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para reformar la Ley Electoral y determinará en asambleas otras iniciativas para que los ciudadanos tengan más participación. Así lo explicaron ayer varios portavoces del colectivo durante una rueda de prensa en la que anunciaron además que están preparando una manifestación a nivel nacional, europeo y global para el próximo 15 de octubre que tendrá como objetivo seguir denunciando, como ya hicieran en las movilizaciones anteriores, que los ciudadanos no son "mercancía en manos de políticos y banqueros".

Los portavoces incidieron en que Democracia Real Ya es un movimiento "político, en el sentido de que quiere influir en política", pero "apartidista y asindicalista", por lo que no tiene previsto constituirse en partido político, que aúna a ciudadanos que quieren cambiar el sistema actual, y que es diferente al denominado Movimiento 15-M, en el que algunos de los integrantes de DRY participan pero a título individual. Incidieron en que ambos movimientos son "diferentes" e incluso entre ellos hay "un separación total", ya que el Movimiento 15-M se ha convertido en algo "más amplio" en lo que los miembros de DRY participan porque "apoyan los movimientos ciudadanos".

Por eso declinaron opinar sobre si las acampadas levantadas en diferentes ciudades españolas deben concluir o no, ya que "son las personas que acuden a las mismas las que deben pronunciarse".

El movimiento defiende que los partidos pequeños tengan más representación y que se eliminen los privilegios de la clase política. Los portavoces de DRY confiaron en que la ley "al final se cambiará", aunque reconocieron que será difícil que esta ILP sea aprobada antes de las próximas elecciones generales.

Ante la pregunta de quién hay detrás de DRY, Chema Ruiz, que a sus 47 años va a ser desahuciado próximamente de su casa, explicó que se trata de personas como él que están "hartas de que los políticos, arrodillados ante los poderes financieros, se limpien el culo con la Constitución", ya que no velan por el derecho a trabajar y a tener una vivienda digna. "Dado que los políticos se miran el ombligo y gobiernan para unos pocos (...), un grupo de ciudadanos que por fortuna es cada vez más amplio decide asumir las riendas de sus destinos y no parar hasta conseguir que sea la mayoría la que tome las decisiones que afecten a esa mayoría", resumió gráficamente.