vitoria. Tras la drástica reorganización del tablero de juego causada por las elecciones del 22-M en Álava y en todo Euskadi, el papel del PSE es ahora el de esperar a que otros llamen a su puerta en busca de alianzas, y en ese contexto los socialistas no quieren cerrarse las puertas a nada. Ayer el secretario general del PSE alavés, Txarli Prieto, salió a los medios para dar cuenta a la sociedad de la reunión de la Ejecutiva del partido del miércoles y analizar la debacle electoral socialista, y como no podía ser de otra forma fue sometido a un duro interrogatorio periodístico sobre su disposición a pactar con unos y otros.

Prieto no va a ser diputado general, pero su grupo juntero, aunque diezmado por la derrota electoral, sigue teniendo un peso que ayer el líder socialista quiso poner en valor, y por ello abrió la puerta a un eventual pacto con el PNV para permitir que Xabier Agirre repita en el cargo. El secretario general del PSE alavés no quiso aclarar si apoyaría a un Gobierno jeltzale, trató de evitar "especulaciones", pero recordó que hay "posiciones coincidentes entre partidos no radicales".

Tanto PP como PSE no contemplan apoyar a la fuerza emergente tras el 22-M, Bildu, es más, tienen orden de tratar de evitar que participe en cualquier institución. La opción socialista es ofrecerse como partido bisagra tanto a PP como PNV, en este caso como alternativa a la izquierda abertzale, dispuesta a aupar a Agirre al palacio foral con tal de desbancar a la derecha. En ese sentido, Prieto emplazó al PNV -ya lo ha hecho también en privado- a "hacer un pronunciamiento claro" sobre sus intenciones", sobre si quiere ser "un partido institucional o radical".

En todo caso, parece que en esta ocasión la partida se juega a nivel autonómico, Álava no va a entrar en las negociaciones como un ente aislado, y a esa realidad debe amoldarse el PSE en este territorio. Prieto, hasta la fecha un elemento discordante en la Euskadi del acuerdo de bases por su mala relación ideológica con el PP, seguía su propia senda amparado en los resultados electorales, pero las tornas han cambiado. "Antes de las elecciones teníamos unas expectativas y objetivos, no entraba en nuestros cálculos el resultado que hemos tenido, ha cambiado nuestro papel a nivel territorial y eso conlleva ajustes", afirmó Prieto.

Los ajustes suponen perder su independencia y someterse a la Ejecutiva vasca, la que decidirá como jugar con los junteros y concejales amarrados el domingo. El secretario general de los socialistas alaveses advirtió, no obstante, de que es demasiado pronto para ir más allá de las meras especulaciones. "Sobre política de alianzas iremos informando según se vaya resolviendo", anunció.