exjefe del ejército serbio en bosnia
Belgrado
LA masacre de Srebrenica, en el este de Bosnia, con sus más de 8.000 muertos quedará siempre unida al nombre de Ratko Mladic. Pocos meses antes del final de la guerra de Bosnia- Herzegovina (1992-1995) las tropas serbias, cumpliendo sus ordenes, arrollaron el enclave musulmán declarado zona protegida por las Naciones Unidas.
Mientras comparecía ante las cámaras Mladic, sus soldados ya llevaban a los prisioneros hacia el lugar donde después serían asesinados. Desde entonces se le conoce como el carnicero de los Balcanes o el carnicero de Bosnia. Temido y odiado por sus enemigos pero considerado un héroe por algunos de sus compatriotas, no le resultó difícil desaparecer del mapa en 1995. El Tribunal de Naciones Unidas para la Antigua Yugoslavia (TPIY) de la Haya acusó a este hombre de 68 años de haber ordenado los peores crímenes cometidos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
de metalúrgico a general El general, admirado por sus soldados por sus capacidades como estratega, es presuntamente el responsable del asedio que durante tres años sufrió Sarajevo. Y también de la limpieza étnica, de las atrocidades de los campos de internamiento y del asesinato de más de 8.000 hombres y jóvenes musulmanes en Srebrenica. Nacido el 12 de marzo de 1943, el ex jefe militar de los serbobosnios vivió en Bozanovici hasta terminar la escuela primaria, antes de mudarse a Sarajevo, donde trabajó de obrero metalúrgico, y luego a Belgrado, donde se graduó en la academia militar.
Mladic se dio a conocer a nivel internacional en julio de 1991, cuando fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Yugoslavia (JNA) en Knin, Croacia. Allí apoyó a la minoría serbia para separarse de Zagreb. En mayo de 1992, Mladic fue ascendido a jefe de las Fuerzas Armadas de los serbobosnios y planeó la conquista de Bosnia junto con el ex líder político Radovan Karadzic, quien fue detenido en 2008 y actualmente está siendo juzgado en La Haya. Su máxima era: "Nunca ordenar la retirada". Aunque hubiera millones de víctimas. Cuando sus tropas arrollaron a los débilmente armados cascos azules holandeses de Srebrenica, Mladic aseguró que toma la ciudad como "un regalo" para los serbios. "No tengan miedo, nadie les hará daño", aseguró a sus habitantes. En un primer momento, Mladic consiguió ocupar más del 70% de Bosnia aunque los serbios sólo representaban un tercio de la población. Al final de la guerra, y con la ayuda de la OTAN, los croatas y los musulmanes bosnios consiguieron hacer retroceder a los serbios.
Tras la firma del acuerdo de paz de Dayton, en diciembre de 1995, Mladic desapareció silenciosamente de escena. Cuatro meses antes de la firma del acuerdo, el Tribunal de La Haya elevó las primeras acusaciones contra Karadzic y Mladic. Pero este último vivió abiertamente en Belgrado bajo protección de Slobodan Milosevic y sólo se ocultó en 2001, después de que el expresidente serbio fuera arrestado y extraditado a La Haya.