Vitoria. Partidarios y oponentes se han apresurado a achacar la contundente derrota del PSE en Álava al desgaste de Zapatero o al pacto de Gobierno entre socialistas y populares para poner en marcha un Gobierno Vasco constitucionalista. Lo demuestra el desastre generalizado en los tres territorios.

Los datos de Álava deben interpretarse en ese contexto general que ha hundido a los socialistas en los tres territorios, pero también caben, y son necesarias, lecturas propias para explicar la derrota del PSE de Prieto y Lazcoz. Los socialistas han perdido 14.717 votos en las elecciones a las Juntas Generales, una sangría de sufragios que principalmente se ha producido en Vitoria. Han sido los ciudadanos de esta cuadrilla, los urbanitas a los que principalmente se dirigía el mensaje del PSE, quienes menos confianza han depositado en Txarli Prieto. La caída en Ayala ha sido de 663 votos, de un juntero y de 6,4 puntos porcentuales, y en Tierras Esparsas han perdido la confianza de 833 ciudadanos, un 4,09% con respecto a 2007 que permite a los socialistas mantener a su juntero ayalés. En Vitoria, en cambio, se han registrado 13.221 votos menos para el PSE en las Juntas que en 2007, una caída del 11,02% que se traduce en la pérdida de cuatro de los cinco junteros socialistas que, en total, caen en Álava.

También Vitoria ha sido la circunscripción que más ha castigado a los socialistas en las municipales. Lo sonado de la derrota de Lazcoz en las municipales, que pasa de ser el aspirante más votado a quedar en tercer lugar, oculta que en el conjunto del territorio la derrota del PSE no ha sido tan dura. Bajan en buena parte de los municipios, siguiendo la tónica de todo el Estado, pero mantienen la alcaldía de Iruña de Oka conservando sus cuatro concejales, y la de Ribera Baja, con idéntico número de ediles.

En Elciego, en cambio, la agrupación Zieko Bai ha roto la hegemonía de Rafael Cruz, que pierde uno de sus tres concejales. En todo el territorio, las municipales se han saldado para el PSE con una pérdida de 14.287 votos en las municipales, 13.132 de ellos en Vitoria, y de 11 concejales, con una bajada en el respaldo de electorado del 10,62%. En la capital alavesa el porcentaje de votos perdidos se eleva hasta el 13,19%.

En Gipuzkoa se mantiene un feudo histórico como Eibar, aunque el alcalde Miguel De Los Toyos pierde la mayoría absoluta, y sobrevive en Irun dejando tres ediles por el camino, pero pierde plazas como Renteria y Andoain, y en Donostia ha visto como Odón Elorza tiene pie y medio fuera del Ayuntamiento, sobrepasado por Bildu en las urnas. En las Juntas Generales no les ha ido mejor. El PSE ha perdido seis procuradores, pasando de liderar la Cámara junto al PNV a ser la tercera fuerza política en un legislativo arrollado por Bildu, lo que sitúa a Gipuzkoa como el territorio donde la ilegalización de la izquierda abertzale más desvirtuó el mapa sociopolítico.

En Bizkaia, Tontxu Rodríguez sigue siendo el candidato preferido por los ciudadanos de Barakaldo, un municipio de tradición socialista, como el de Ermua, donde Carlos Totorika pierde dos concejales pero sigue siendo el aspirante más votado. Los socialistas de José Antonio Pastor no habrían resultado muy dañados, al menos en las municipales, si no se hubieran hundido en Bilbao, donde han perdido tres de sus siete concejales.

Pero es que a ese hecho hay que sumarle además la derrota del propio Pastor en su aspiración de ser diputado general vizcaíno. Los socialistas pasan de contar con 14 escaños en la Casa de Juntas de Gernika a quedarse con tan solo nueve.