Vitoria. A medianoche concluyó la campaña electoral. El tránsito hacia la controvertida jornada de reflexión tuvo ayer, otra vez, un protagonista único, las plazas de las ciudades del Estado. Muy a pesar de los partidos políticos, que intentaban sacar ayer la cabeza en el cierre de campaña y colar sus últimos mensajes antes de la jornada electoral de mañana. Pero el movimiento del 15-M, organizado en torno a Democracia Real Ya, ha barrido cualquier otro elemento del panorama político, hasta el punto de que la mayoría de los discursos de los candidatos ayer tenían reservado un espacio, mayor o monográfico, a quienes han acampado o participan en las asambleas que se han ido organizando a estas alturas ya en todas las capitales de provincia del Estado.

El veto de la JEC

Pendientes del Supremo y el Constitucional

La tensión informativa tenía fundamentalmente un foco ayer: la decisión que en torno a la media noche del jueves hizo pública la Junta Electoral Central (JEC) de prohibir los actos convocados para hoy, jornada de reflexión, y mañana, día de las elecciones. Dicha resolución fue recurrida ayer mismo por IU ante el Tribunal Supremo, con la demanda de que la prohibición sobre las convocatorias de hoy -como la manifestación que se había organizado en Gasteiz- fuera revocada de manera cautelar. Cinco magistrados de lo contencioso-administrativo se reunían desde las 17.00 horas para estudiar este recurso -al amparo de la ley de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, que tiene tramitación preferente-, con las únicas alegaciones sobre la mesa de la Fiscalía, que se pronunció a favor de mantener el veto por entender que las convocatorias son "contrarias a la legislación". Y pasadas las 22.30 se tenían las primeras noticias del rechazo del recurso al considerar que IU carece de "legitimación" para interponer esta demanda. IU tenía intención de recurrir anoche mismo al Constitucional.

En paralelo, el Tribunal Constitucional registró un recurso planteado por un abogado murciano contra la decisión de la Junta Electoral Central, en el que también se solicita con carácter de urgencia la suspensión cautelar de la resolución de la JEC. La Sala Segunda del Constitucional lo rechazó al entender que primero se debía recurrir al Supremo.

Al margen de los debates que se libraron en Supremo y Constitucional, diversas voces del mundo de la Justicia hicieron sus propias valoraciones sobre la prohibición de las protestas durante la jornada de reflexión y el día de la votación, divididos como también lo estuvo la JEC, que aprobó el veto por cinco votos contra cuatro. La asociación progresista Jueces para la Democracia (JpD) rechazó la decisión de la JEC y advirtió de que "viene a crear un problema nuevo", dado que interpreta de forma restrictiva el derecho de reunión, "profundamente vinculado a una sociedad democrática". El Sindicato de Secretarios Judiciales (SISEJ) manifestó también su discrepancia con la decisión e indicó que la limitación del ejercicio libre de los derechos fundamentales y libertades públicas constitucionalmente reconocidos debe interpretarse restrictivamente, de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

Por contra, el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Pablo Llarena, resaltó el derecho a tener una participación electoral sin crispación, por lo que ha considerado adecuado que la JEC lo haya preservado.

Marchas no, protestas sí

De Gasteiz a Madrid

Todos pendientes pues de los tribunales, porque la resolución de la Junta Electoral obligaba ayer a las distintas asambleas de Democracia Real Ya a tomar una decisión sobre las convocatorias previstas para hoy. Ejemplo más cercano, el de Gasteiz, donde para hoy a las 18.00 horas se había convocado una manifestación desde la plaza Bilbao. La Junta Electoral de Álava prohibió ayer expresamente esta cita, por lo que los organizadores de la iniciativa Ola Amarilla anunciaron su desconvocatoria. Este movimiento ciudadano consideró, mediante un comunicado hecho público en Facebook, que con esta decisión "se impide el derecho de manifestación" que recoge la Constitución Española, ya que a su juicio la convocatoria "de ningún modo interfería en la jornada de reflexión" previa al día de las votaciones. No obstante, decidieron desconvocar la protesta y desvincularse de ella, pero avisaron de que "la ciudadanía es libre de acudir a reflexionar pacíficamente de manera individual". Horas después, cientos de personas se sumaron a la concentración convocada en la plaza de los Fueros, donde se volvió a repetir la escena de debate público acogida por la Virgen Blanca el jueves pero con mucha más audiencia. Eso sí, la Virgen Blanca se convirtió anoche en sede de una acampada más, donde se ya se organizaban en grupos de limpieza, logística...

En el epicentro de la protesta, en la Puerta del Sol de Madrid, la asamblea reunida a la tarde decidió también finalmente no convocar la manifestación que se había estudiado para hoy. En una votación a mano alzada celebrada después de las 18.00 horas la mayoría de los asistentes, cifrados en varios cientos, optó por la fórmula de proseguir la concentración que desde hace días se lleva a cabo en esa plaza madrileña. De hecho, la afluencia anoche era tal que se extendía a zonas aledañas.

Con este escenario en las plazas, y mientras se esperaban nuevos pronunciamientos judiciales, la otra gran cuestión pendiente era ayer qué actitud tomarán las Fuerzas de Seguridad del Estado ante las diversas protestas que se prevé continúen hoy. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se limitó a señalar que las Fuerzas de Seguridad del Estado saben "lo que tienen que hacer" para hacer cumplir las leyes en relación con el movimiento 15-M y añadió que "lo sensato" es esperar a que se produzcan "los acontecimientos". Por su parte, la Abogacía del Estado recomendó al Ministerio del Interior no proceder a la disolución por la fuerza de las concentraciones si no son violentas y actuar de manera "proporcionada".

Según fuentes de la consejería vasca de Interior, la Ertzaintza sólo actuará contra los concentrados en caso de que haya "alteraciones graves del orden público". La Policía tenía intención informar anoche a los asistentes a las concentraciones del Estado de que éstas no cuentan con autorización administrativa, pero no las disolverá porque la ley no ampara esa medida, informó el Ministerio del Interior.

Cierre de campaña

Discursos inquietos

La sangría de votos que pueda producir este movimiento preocupa, especialmente al PSOE, que se mueve entre el temor a ese histórico votante descontento que se abstiene y al que se puede estar fraguando en la vía pública, viajero hacia opciones políticas minoritarias. En estas elecciones, quizá, haya que revisar el clásico concepto de voto útil. "No nos asustan, nos comprometen", decía José Luis Rodríguez Zapatero, en su última intervención de la campaña. Mariano Rajoy se limitó a llamar a ejercer "el derecho político más sagrado, el del voto". Eso sí, hay quien no deja pasar la oportunidad: según Jaime Mayor Oreja, tanto la legalización de Bildu como estas protestas en la calle son un "proyecto" del PSOE para dificultar la gestión de los populares tras las próximas elecciones y hacer de España un país "ingobernable".