Vitoria. Los candidatos de Aralar al Ayuntamiento de Vitoria y las Juntas cedieron ayer la palabra a tres "nuevos gasteiztarras" que, un buen día, hicieron las maletas rumbo a la capital alavesa en busca de nuevas oportunidades y experiencias. La Plaza de la Virgen Blanca fue escenario de uno de los últimos actos de campaña de la formación abertzale, que apeló a la necesidad de fomentar la integración de todos los inmigrantes, tanto en el plano social como en el laboral, frente a las políticas llevadas a cabo por los tres grandes partidos del territorio, PSE, PNV y PP.
Los militantes Maite Ramos, gallega, Oliver Gómez, colombiano, y el parlamentario por Álava aunque natural de Bizkaia, Mikel Basabe, incidieron en que un cambio político y social es posible en el territorio a partir del 22-M con un protagonismo esencial de la participación ciudadana. "Debemos trabajar para que nuestras calles se llenen de territorios libres para los ciudadanos que trabajan en este país, vengan de donde vengan", subrayó Mikel Basabe, encargado de cerrar las intervenciones. El parlamentario se mostró muy crítico con los planes de revitalización del Casco Viejo de Gasteiz, "mirando más a quien viene para irse y no a quien vive aquí", e insistió en que los tintes xenófobos que han podido manchar la campaña se deben más "a un problema de clasismo que de racismo".
Ramos, que inició su discurso en lengua gallega, cargó contra quienes ven a los inmigrantes como "mano de obra de paso" y los culpan "por trabajar donde pueden y quieren", al tiempo que advirtió de que se encuentran "preparados para construir una ciudad abierta y democrática" desde el momento en que cierren las urnas y se renueven las instituciones.
Por su parte, Gómez incidió en que la amalgama de nuevos vitorianos representa "el presente que cambiará el futuro" y recordó que "la precariedad laboral no es inevitable", para lo que, a su juicio, se hace necesario elaborar "un plan que fomente el empleo de calidad".