vitoria. Andoni Erkiaga gesticula a menudo al hablar de energía, remarca las palabras y maneja de forma puntillosa las cifras. El diputado foral de Medio Ambiente, que en diciembre sustituyó al abertzale Mikel Mintegi, defiende con la misma intensidad el Plan Mugarri, la protección de los montes alaveses y la clausura, más pronto que tarde, de la central nuclear de Garoña.

El cierre de la central nuclear de Garoña está previsto para 2013. ¿Se cree ese anuncio?

Me lo creo. Primero porque creo que Zapatero no tiene ningún motivo para mentir y, segundo, porque el clima de oposición a las nucleares creado tras el accidente de Fukushima pone fuera de juego a quien se atreva a prolongar la vida de Garoña.

¿En algún momento ha visto cerca que se prolongue la vida de Garoña?

No, no, no. La vida de la central está completamente amortizada, así que si alguien tiene la tentación de prolongar la vida de Garoña, se topará con la oposición de Álava.

Con el accidente de Japón, ¿se le pasó por la cabeza que algo así pueda ocurrir cerca de Álava?

¿Por qué no? Evidentemente confluyeron muchas situaciones, como un tsunami y un terremoto, pero la probabilidad aquí no es cero.

¿Cuál es el camino a seguir en materia energética?

Hay muchos elementos a considerar. El contexto actual se caracteriza por el cambio climático, el agotamiento de los combustibles fósiles, el cuestionamiento de la energía nuclear, una crisis económica que nos tiene atenazados o el debate existente sobre el emplazamiento de los parques eólicos. Ante esta situación, que no es precisamente festiva, la respuesta de la Unión Europea ha sido la directiva 20-20-20 [que para 2020 pretende reducir en un 20% las emisiones de CO2, incrementar un 20% la eficiencia energética y otro tanto las energías renovables], que deja claro que la época del derroche energético se ha acabado.

¿Las renovables pueden ser una alternativa a la energía nuclear y los combustibles fósiles?

Vivimos una época de convulsión tecnológica que resultará clave. Y hay un ejemplo claro: los aerogeneradores que funcionaban hace dos años eran de unos 0,5 MW en Elgea, 0,85 en Urkilla y 1,6 en Badaya, pero ahora los molinos tipo que se están instalando son de 4,5 MW. Por eso creo que, a corto plazo, no podremos sustituir los combustibles fósiles, pero el avance de las renovables es evidente. Se calcula que en 2030 la energía eólica habrá superado en todo el mundo a la energía nuclear.

¿Cómo valora el Plan Mugarri (la iniciativa de la Diputación alavesa que promueve las energías renovables)?

Ha sido grandioso que, salvo EB, que creo que se abstuvo, todos los partidos alaveses hayamos ido de la mano al apoyar el Plan Mugarri.

¿La crisis ha afectado a la aplicación de este plan?

La crisis no debe ser un impedimento para el avance de Mugarri, sino una oportunidad para avanzar.

¿Cómo se pueden hacer compatibles la apuesta por la energía eólica y la protección de los montes?

Nosotros decimos que sí a las renovables, pero no a cualquier precio. Por eso Mugarri blinda el 60% del territorio a la instalación de parques y aporta alternativas, como el impulso de la energía minihidráulica o la colocación de miniparques eólicos en zonas de media ladera.

¿A qué atribuye que Álava cope los planes del Gobierno Vasco para instalar aerogeneradores?

No quiero entrar en cuestiones de mala fe. Quiero suponer que Álava, por su configuración topográfica, ofrece unas características mejores. Aunque es harto improbable que en Gipuzkoa sólo haya una ubicación posible, en Bizkaia cinco y en Álava 22. Hay montes que es evidente que debemos proteger, como Arkamo, Cruz de Alda, Montes de Iturrieta, Cantoblanco... Son maravillas que no podemos dejar que se malogren por plantar un parque eólico.

La protección de los montes ha movilizado a los alaveses. ¿Cómo valora la reacción de los ciudadanos a, por ejemplo, al trazado de la red de alta tensión? ¿Le sorprendió?

La irrupción de estas torres enormes en Montaña Alavesa hizo que todo el mundo saliera a una. Creo que con el Plan Mugarri y sus zonas de exclusión ocurriría lo mismo.

¿El título de Green Capital europea 2012 para Vitoria también puede beneficiar al territorio?

Claro. Y espero que este título nos lleve a un modelo urbano eficiente.

¿Abogar por el ahorro energético no es imposible mientras se mantenga el uso mayoritario del coche?

Reducir el consumo del coche está en boca de todo el mundo. En Álava, por su configuración, quizá no sea viable una movilidad muy sostenible. Seguramente, si quiero ir a Navaridas tenga que usar el coche. Pero también hay que recordar que Vitoria consume el 50% de la electricidad del territorio, Amurrio el 15% y Llodio el 10%. Eso demuestra que el resto del territorio aporta la sostenibilidad del sistema.

¿El coche eléctrico es la apuesta correcta en esa lucha?

No hay que olvidar que ese coche se carga con electricidad. El coche eléctrico tendrá efectos impresionantes en la reducción del ruido y de emisiones, pero no es la panacea, que creo que está en el hidrógeno.