Vitoria. Aunque los próximos comicios están a la vuelta de la esquina, un 8,9% de los residentes en Álava todavía tiene dificultades para participar en ellos. Son los 28.641 inmigrantes alaveses que se quejan del laberinto de ventanillas administrativas por el que se vieron obligados a transitar para figurar en el censo electoral antes del 25 de enero. El derecho de voto es sólo una de las trabas con las que dicen encontrase para sentirse integrados en una sociedad en la que aún se emplean en los puestos peor remunerados.

gorka moreno (ikuspegi)

Más xenófobos

Los flujos migratorios no se hacen de forma caótica para Gorka Moreno, investigador de Ikuspegi. Un motivo que le lleva afirmar que no es casual que en Gipuzkoa y Bizkaia la tasa de inmigración sea del 6 %, frente al 9% de Álava, por la importancia que tiene en este territorio la agricultura. Un sector que demanda mano de obra barata e intensiva.

Cada vez hay más foráneos y eso se nota en los últimos resultados del barómetro de opiniones y actitudes de la población vasca, que detecta una imagen más negativa del extranjero, respecto a variables como la delincuencia. "A más visibilidad, más percepción de problemática. El impacto de la crisis agudiza esta sensación", agrega el experto de Ikuspegi, para quien una de las mayores injusticias que se comete es retirar el permiso de residencia a una persona que lleve viviendo en este territorio 10 años por perder el empleo. "Creo que puede ser un elemento peligroso para la integración del colectivo. Deberíamos ser más pragmáticos y dejar a un lado la situación administrativa, una vez ya obtenida", recomienda.

En cuanto a los hijos de los inmigrantes, cree que en Álava la educación de los mismos será un elemento fundamental en un futuro cercano. "Si el ascensor de la educación falla, vamos a tener un problema importante, como el de Francia".

mireya pereda (kira)

Ganar espacios de participación

El primer reto a afrontar para la Coordinadora de refugiados e inmigrantes (Kira) es ganar espacios de participación política, tanto a la hora de elegir (votar), como de ser elegido (cargo político). Sin embargo, para Pereda, uno de los servicios de los que más adolece la capital alavesa es el de los cursos de idiomas para inmigrantes. "No hay donde aprender, los que hay están saturados y no hay presupuesto para pagar a docentes capacitados", se queja esta colombiana que llegó aquí hace 13 años.

Cambiar la percepción de la sociedad es otra de las tareas pendientes en este territorio. "Las instituciones deberían hacer campañas de solidaridad porque los africanos tienen muchos problemas a la hora de encontrar un piso".

Para evitar que los llegados de fuera entren en el mercado laboral por la puerta pequeña, recomienda homologar los estudios que tienen en sus países de origen, "siempre y cuando estén dispuestos a hacer los cursos de reciclaje necesarios".

Las altas concentraciones de inmigrantes en ciertas escuelas de Vitoria se evitarían si se cambia el propio modelo de educación, basado en el lugar de residencia. "El propio sistema es el que crea guetos. Si las viviendas del Casco Viejo son más baratas, allí es donde hay más extranjeros". Por eso, Pereda propone crear un par de días al año para realizar encuentros entre alumnos de Lakua y la almendra, por ejemplo.

Fede garcía (Sos racismo)

Discriminación en el alquiler

El mundo de la inmigración no está en la agenda política en materia de igualdad de derechos, "porque no son nichos de votos a explotar ni tan siquiera a medio plazo", explica Fede García, portavoz de SOS-Racismo Álava para quien el derecho de voto es limitado y recortado, dado que estas personas no pueden ser candidatos. "¿Interesa este tema políticamente a los Gobiernos, a los partidos, a la sociedad en general? Las dudas son más que razonables en sentido negativo. Simplemente: Una utopía más en blanco y negro", se queja.

En su opinión, otra de las trabas se da en el mercado de alquiler, ya que "provoca la exclusión directa de la población foránea por un doble motivo: no disponer de solvencia económica suficiente por carecer de papeles para trabajar y de otro lado, los prejuicios de la población local ante la presencia de estas personas". Para minimizar estos daños, García propone conceder un porcentaje de viviendas sociales a inmigrantes y minorías étnicas, con ayudas para su adquisición.

Respecto a los cambios de la Ley de Extranjería, el portavoz de SOS Racismo considera que es necesario que se permita la reagrupación familiar sin restricciones de los familiares directos de los que tienen permiso de residencia, sin más exigencias que la simple y personal voluntad de dichos familiares.

José Lizardo (colombia-euskadi)

Arma arrojadiza en elecciones

El portavoz de los colombianos en Euskadi, José Lizardo, critica los brotes de xenofobia que ve en Álava. "Es triste que los políticos de Vitoria hagan un guiño a los xenófobos frente a las ayudas sociales, como chivar de quien haga trampa en ellas".

Aunque la mayor deuda de la sociedad está en la participación ciudadana. "Ni siquiera los autóctonos pueden entrar en debates. La participación ha sufrido una fractura en la última Administración". Y eso, que como dice, el inmigrante es "extremadamente rentable" para la sociedad. "Para que un vasco genere recursos es necesario invertir en él un promedio de 160.000 euros, mientras que el extranjero viene de su país de origen como producto ya acabado". Ya que, tal y como argumenta, sobre ellos carga el mantenimiento de las pensiones. Por eso, tilda de "lamentable" lo que pasa en la capital. "Nunca se había visto en Vitoria que la policía pare a extranjeros en la terminal de autobuses".