vitoria. José Navas sube a menudo hasta la colina, la parte más alta del Casco Viejo; lo hace cuando está muy cansado o estresado en el trabajo, para tomarse un respiro. Desde el mirador del Machete, la vista le permite admirar los lejanos montes de Vitoria, la fortaleza de la muralla y el continuo desarrollo de la ciudad. Allí pasea, y si tiene ganas de tomar algo se acerca hasta el Jardín de Falerina. Pero de todas las imágenes grabadas en su retina es la de la piedra antigua de los milenarios edificios la que, sin duda, más le motiva, porque en ella confluyen el pasado, presente y futuro de Gasteiz. "Me relaja mucho y me provoca una sensación de placidez", confiesa. Foto: josu chavarri