vitoria. La atomización de las opciones electorales es un hecho que plantea dudas y preguntas sobre las que el prestigioso sociólogo y catedrático de la Universidad de Deusto reflexiona para los lectores de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Elzo coincide en que "en Euskadi se vienen produciendo divisiones y subdivisiones de los partidos existentes sobre todo en el ámbito nacionalista" y, en su opinión, "este fenómeno tiene aspectos positivos pero también algunos negativos".
A su juicio, esto es algo que "denota una importante vitalidad política de la gente que se traduce en el nacimiento de diferentes opciones llenas de diferentes matices. Indica que hay sensibilidad, interés y preocupación por la cosa pública, además de que recoge la pluralidad que existe en nuestra sociedad".
Sin embargo, al mismo tiempo, advierte de que "puede generar problemas". Uno, que sólo aquellos ciudadanos que realmente sigan muy de cerca los temas políticos sepan realmente distinguir entre estos diferentes matices programáticos, mientras que al común de los mortales le sería más difícil decidirse por votar EB y no Alternatiba, o Hamaikabat y no EA. "Pero los principales problemas", advierte, "creo que se pueden generar desde el punto de vista de la gobernabilidad. Si todos estos partidos obtuvieran representación nos podríamos encontrar con una situación como la italiana, y si no hay una figura aglutinante como es la de Silvio Berlusconi, queda una sopa de letras que complica la formación de cualquier gobierno dotándolo además de cierto grado de inestabilidad, ya que en Italia este tipo de gobiernos formados por muchas y diversas siglas han llegado a no durar más de un par de meses por las discrepancias internas generadas entre los diferentes partidos".
Además cabe la posibilidad de que formaciones muy pequeñas sean las que realmente decanten la balanza en un sentido u otro. "Eso es algo que puede resultar positivo por cuanto subraya la importancia de cada voto, incluso a este tipo de formaciones minoritarias, pero también puede crear situaciones complicadas", reitera.
el saco de PSE y PP Ante esta situación, Elzo se adentra en el análisis de lo que esta coyuntura puede significar en términos electorales. "Si yo estuviera en las filas de PP o PSE me estaría frotando las manos", resume, ya que el voto nacionalista es el que aparece más dispersado.
De todas formas, el experto intuye que "se trata de una situación coyuntural"; que este escenario "se reordenará dejando un máximo de dos o tres formaciones en el actual marasmo abertzale: una que representaría el PNV, otra la expresión de la izquierda abertzale a la que permitan presentarse, y quizá otra que podría ser Aralar", resume.
Y, a partir de ahí, lo que Elzo tiene muy claro es que, una vez que los ciudadanos se pronuncien en las urnas, "las sumas son todas legítimas, pero hay que ver cómo se hacen". "Coaliciones puede haber de todo tipo. A mi no me extrañaría nada volver a ver una reedición de aquellos grandes pactos PNV-PSE, ni siquiera que en un futuro se pudieran producir entre PSE y la izquierda abertzale o incluso con lo que quede de EB", intuye.
En cualquier caso, Elzo rechaza que estas elecciones municipales y forales puedan considerarse un banco de pruebas de cara a las autonómicas. "El País Vasco tiene una historia electoral relativamente continua, con pocos movimientos entre los nichos de voto nacionalista y no nacionalista, a pesar de que los resultados varíen obviamente ante la presentación de nuevas siglas que se llevan parte del voto. Pero si debe ser un banco de pruebas, creo que lo será para los partidos pequeños, que si se presentan en solitario comprobarán su fuerza real y podrán analizar si pueden o no seguir haciendo un camino en solitario", concluye.