el cairo. Decenas de miles de personas desafiaron ayer al régimen sirio y tomaron las calles de varias ciudades para pedir la caída del presidente Bachar al Asad, pese a la represión militar de las protestas, que causó una veintena de muertos.

En esta nueva jornada de protesta, convocada por los grupos opositores y bautizada como Viernes del desafío, las manifestaciones se extendieron por muchas ciudades, pero los incidentes más sangrientos se registraron en Homs y Hama.

El activista sirio Yasin Saleh dijo que al menos quince personas fallecieron en Homs y seis en Hama, dos importantes ciudades situadas al norte de Damasco.

En un contacto telefónico desde la capital siria, Saleh aseguró que está cifra es preliminar y lamentó la falta de información al estar internet cortado en buena parte del país.

El director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), Ammar Qurabi, también confirmó que al menos 21 personas perdieron la vida al reprimir las fuerzas del orden las protestas en esas dos ciudades.