Bilbao. La patata caliente de Bildu ya está en el tejado del Tribunal Constitucional, una vez que la coalición presentara anoche el recurso de amparo contra la resolución del Supremo por la que se anulan todas sus listas para las elecciones del 22-M. Se le atribuye al Constitucional un label más garantista que al resto de los tribunales de rango inferior, pero en cualquier caso los caminos de la justicia son inescrutables, más aún cuando la cuestión vasca está de por medio. En principio parecía un hecho que sería la Sala Segunda del alto tribunal la que iba a dirimir la cuestión, pero cada minuto que pasa va tomando cuerpo la posibilidad de que sea el Pleno el que dilucide el asunto.
No es una cuestión menor, ya que, de confirmarse, el cambio permite a Bildu albergar más esperanzas de una decisión favorable a sus intereses. Se explica por una cuestión numérica. La Sala Segunda consta de seis magistrados designados a partes iguales por PSOE y PP. Son Ramón Rodríguez, Francisco Pérez de los Cobos y Francisco José Hernando (a los que se les cuelga la etiqueta de conservadores), y en el otro lado de la mesa, en el de los teóricos progresistas, están Luis Ignacio Ortega, Elisa Pérez Vega y el Eugeni Gay. Este último también es el presidente de la Sala por lo que su voto de calidad resolvería en caso de empate.
Sin embargo, entre las fuentes jurídicas y políticas en Madrid consultadas cobró ayer fuerza la posibilidad de que sea el Pleno el que finalmente resuelva la causa. La gravedad del asunto a resolver apoyaría esta posibilidad, sobre todo teniendo en cuenta que el Constitucional es la última instancia judicial del Estado y, en el caso de que ratificase lo decidido por el Supremo y la defensa de Bildu decidiera llevar el caso a Estrasburgo, estaría expuesto a un duro correctivo.
Para que el recurso de Bildu sea dirimido por el Pleno del TC, la decisión la debería tomar su presidente, Pascual Sala, aunque también lo puede decidir el presidente de la Sala Segunda. Una tercera posibilidad sería que así lo solicitaran tres de los once magistrados del propio Pleno. También existe una posibilidad híbrida y que sea la Sala Segunda la que discuta la cuestión y, ante un eventual empate, lo avoque a Pleno. Su composición actual (siete magistrados propuestos por el PSOE, entre ellos el presidente del tribunal, y cuatro a propuesta del PP) propiciaría a priori un resultado claro si cada sector votara en bloque. Tanto en el caso de Sortu como en el de Bildu, los magistrados de tendencia progresista han votado en bloque a favor de su participación en las elecciones, mientras que los conservadores lo hicieron en contra.
PRECEDENTE Existe un precedente muy parecido no hace mucho tiempo con la candidatura de Iniciativa Internacionalista a las europeas de 2009. También entonces el TS decidió impedir su participación en los comicios aduciendo que era continuidad fraudulenta de la ilegalizada Batasuna. Entonces fue la Sala Segunda la que resolvió el recurso y terminó revocando por unanimidad la decisión del Supremo. Iniciativa Internacionalista se presentó a las urnas pero no consiguió ninguna representanción.
Las fuentes consultadas sostienen que el caso de Iniciativa Internacionalista no resiste comparación alguna con Bildu, ya sea por el alcance de unas y otras elecciones y por la repercusión que sobre el proceso de resolución del conflicto vasco tiene la decisión que adopte el Constitucional. Además, en aquella ocasión se trataba de una sola lista, mientras que ahora son 254 planchas de Bildu las que el Supremo ha impedido que estén en las urnas.