vitoria. El presidente de la Asociación Española de Escoltas, Vicente de la Cruz, afirmó ayer en el IV Congreso Nacional de Escoltas, que se celebra hasta hoy en la capital vizcaína, que este colectivo no es optimista respecto a un próximo fin de ETA, ya que, según indicó, el entorno de la banda mantiene la "presión" en la calle e incluso se ha detectado "un incremento de la tensión". El Congreso, organizado por la Asociación Española de Escoltas, aborda entre otros asuntos el efecto de la reducción de la "amenaza terrorista" en el colectivo bajo el título Mirando hacia el futuro.
Para el responsable de la ASES, "la reducción de servicios y reanalizar el riesgo para reubicar la gente que realmente necesita protección" es correcto, pero no es adecuado -continuó- "lanzar las campanas al vuelo e ir a una reducción de servicios porque la situación parezca aparentemente haber mejorado, que nosotros creemos y analizamos que no".
"No vemos un cambio en la calle ni un respeto hacia las ideas de otras opciones políticas, lo que, unido a las recientes detenciones y la incautación de 2.000 kilos de explosivo, indica que ETA trabaja para seguir atentando", según declaró De la Cruz antes de inaugurar el Congreso. En una pausa del acto, señaló que "la banda no ha entregado las armas, está en una tregua, pero una tregua muy relativa, como hemos podido comprobar con las últimas detenciones", ya que "siguen acumulando explosivos". "No es una banda que esté trabajando para la paz, sino que está trabajando y organizándose para seguir matando, y estos son hechos contrastados", afirmó. De la Cruz puntualizó que el colectivo de escoltas es "totalmente partidario" de que acabe la amenaza de ETA, pero que no descarta que se produzca un retorno a los atentados. "La realidad es la que es y no vemos la paz por ningún lado", subrayó, tras añadir que "desde hace cinco años no se veían furgonetas de la Ertzaintza protegiendo plenos municipales y ahora se han vuelto a ver".
Respecto al congreso de escoltas, De la Cruz explicó que se centra en la "preocupación" de los profesionales por la pérdida de empleo en un escenario de tregua o de la disminución de la amenaza de ETA. Según sus datos, en el último año y medio se han perdido 600 puestos de trabajo en Euskadi y la previsión es perder otros 1.200 en lo que resta de año. El colectivo de escoltas está integrado por 5.000 profesionales, de los cuales 2.400 desempeñan su labor en la CAV y 700 en Nafarroa. En ambos lugares se prevé una pérdida del 50% del empleo, según la ASES.