Bilbao. A menos de un mes de las elecciones municipales y forales, cualquier alusión al 22-M durante el Aberri Eguna era casi obligatoria. Y el PNV, por boca del presidente del EBB, hizo buenos los pronósticos. En una Plaza Nueva de Bilbao que un año más se volvió a quedar pequeña ante los centenares de militantes y simpatizantes que acudieron a la cita esquivando la fina lluvia que acompañó buena parte de la mañana, Iñigo Urkullu repasó las obligaciones y los derechos de los abertzales. Y entre las primeras, una que está a la vuelta de la esquina y que para el líder jeltzale debe marcar el futuro de Euskadi: lograr una gran movilización en las urnas y que en la cita electoral puedan estar representadas todas las sensibilidades políticas sin excepción.

Este escenario posibilitaría, según indicó Urkullu, que socialistas y populares no pudieran reeditar su pacto en las instituciones locales y forales, además de adelantar la defunción de la entente que posibilitó a Patxi López llegar a la Lehendakaritza. Dos años después de este acuerdo sin precedentes y que convirtió al secretario general del PSE en el primer lehendakari no nacionalista vasco, el líder del PNV destacó que el bloque constitucionalista es consciente de que la participación política plena les "saca" de Ajuria Enea: "Saben que son el pasado y que el tiempo de su pacto ha terminado. Nuestra obligación es denunciar este pacto y fomentar la participación de todos para que seamos nosotros mismos quienes tomemos las decisiones y definamos el futuro de nuestro pueblo".

Pero la decadencia del pacto PSE-PP que el presidente del EBB dibujó desde el escenario puede rebajarse si la izquierda abertzale tradicional finalmente no está en las urnas. Aquí situó Urkullu la "doble lupa" que, a su juicio, están aplicando socialistas y populares. Y lo que ambas formaciones están viendo es -continuó el burukide- que hace dos años el PNV sumó treinta escaños en las elecciones autonómicas y que el sentimiento abertzale ha crecido desde entonces. "Están viendo que Euskadi crece, que después de dos años el PSE y el PP pierden respaldo y pierden poder. Este es su problema, por eso están moviendo Roma con Santiago para ilegalizar, para dificultar, para gestionar de manera arbitraria la participación política. Lo mismo que hicieron hace cuatro años y hace dos", aseveró.

Por eso, Iñigo Urkullu resaltó el "gran reto" que afrontará Euskadi el próximo 22 de mayo, una cita con las urnas en la que, según indicó el presidente del Euzkadi Buru Batzar, los vascos tienen que acudir de forma masiva a las urnas para demostrar que el pacto entre el PSE y el Partido Popular "no lo queremos" y para que quede claro que esta sociedad "apuesta por quien construye la nación vasca" pueblo a pueblo: "Tiene que quedar claro que queremos un nuevo tiempo para Euskadi. Un nuevo tiempo político, institucional, social, cultural y económico. Un nuevo tiempo de paz, de convivencia democrática, de normalización política que se convierta en el gran revulsivo que todo Euskadi está esperando y deseando. Somos el Partido Nacionalista Vasco. Estamos comprometidos, reivindicamos nuestros derechos y cumplimos con nuestras obligaciones. Juntos vamos a conseguir que avance Euskadi, sin violencia, con la palabra. Sin imposiciones, en democracia. Sin salvapatrias, entre todos y todas. Juntos vamos a construir la nación vasca, la patria de los vascos".

responder a las necesidades El presidente de la Ejecutiva del PNV -que comenzó y concluyó su intervención recordando las palabras de Engracio Aranzadi, Kizkitza, de que "la patria es la nación amada"- puso especial énfasis en recordar que una de las obligaciones de su partido es la de responder a las necesidades del momento. Es decir, combatir la crisis económica y las altas tasas de paro. Un contexto en el que, a juicio del burukide, no se está actuando con la misma exigencia desde todas las instituciones. Y entre los que están dejando que desear, Urkullu situó al Gabinete de Patxi López: "Tenemos que hacer lo que otros que dicen que gobiernan no hacen. Lo que el Gobierno vasco no hace. Miramos a los lados y el Gobierno no responde y el lehendakari López está en esto desaparecido".

Ante este panorama, en el que el dirigente abertzale recordó que hay más personas sin empleo, se cierran más empresas y negocios, el endeudamiento sigue creciendo, hay más listas de espera en Osakidetza y menos financiación para la educación y formación, apeló a la responsabilidad de su partido. Una cualidad que -continuó- el PNV puso en práctica en Madrid durante la última negociación presupuestaria con José Luis Rodríguez Zapatero. "Nuestra responsabilidad ha permitido traer a Euskadi más inversiones, más transferencias y más autogobierno, aún desde la oposición. Hemos traído la estabilidad que Euskadi necesitaba. Estabilidad para superar la crisis y para conseguir la paz y la normalidad en la convivencia política", remarcó.

Tras recordar que la nación vasca no es una entelequia, Urkullu advirtió de que la construcción nacional debe ir ligada al progreso social, objetivo que instó a trabajar desde ya, sin perder ni un solo minuto. Para ello, dos premisas claras: Tomar las decisiones correctas para salir de la crisis y poner las bases para generar empleo.