parís. Francia e Italia tienen intención de abrir un debate en el seno de la Unión Europea para aprobar nuevas normas relativas al tratado de Schengen que reconoce la libertad de movimiento entre países miembro del bloque, según informa hoy el portal de noticias italiano repubblica.it. De acuerdo con la web, el presidente francés, Nicolas Sarkozy y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, solicitarán en una carta común ayudas concretas para aquellos países que se vean confrontados con avalanchas de inmigrantes.
Los dos mandatarios tienen intención de presentar la misiva el próximo martes, según la web. Italia pide que se recurra a una nueva aplicación de las reglas de Schengen para hacer frente a la llegada futura de nuevos inmigrantes y no para lidiar con los refugiados tunecinos a los que Italia ya concedió permisos temporales de residencia. Además Sarkozy y Berlusconi quieren dotar a la agencia europea de protección fronteriza Frontex de mejor equipamiento, medios y competencias. A su vez, Italia calificó de "malentendido" que Francia supuestamente se planteara suspender su participación en Schengen, según citó la repubblica.it a diplomáticos.
Francia tendría que comunicar la suspensión del tratado con 15 días de antelación a la Comisión Europea y a los Estados vecinos, algo con lo que Italia no estaría de acuerdo. De acuerdo con la actual normativa, el tratado sólo puede ser suspendido en casos especiales como por ejemplo durante una cumbre del G8. Sin embargo, según medios parisinos, Sarkozy tiene intención de plantearle a Berlusconi la posibilidad de suspender su participación en Schengen.
debate político La derecha y la izquierda francesas se enfrentaron por la iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de suspender la aplicación de los acuerdos de Schengen de libre circulación en la Unión Europea para situaciones como la llegada masiva de tunecinos. Lionnel Luca, diputado del partido de Sarkozy, consideró que el Tratado de Schengen "es un acuerdo de mínimos a la vista de la amplitud de los problemas", y que la idea de su suspensión "es una forma de alertar a los otros Estados miembros de la UE que parece que juegan a Poncio Pilatos". >efe