Vitoria. Bildu se presentó ayer ante la sociedad alavesa en un acto en el que sobre la ilusión que destilaban quienes han apostado por esta coalición como bandera del "soberanismo progresista" sobrevoló continuamente la amenaza cierta de la ilegalización que se proyecta desde hoy mismo sobre sus listas.

Los discursos que se oyeron en el Palacio Europa fueron medidos, centrados en lo que se ha dado en llamar la política real -medio ambiente, euskera, participación social, modelo fiscal,...-, y reacios a abordar cualquier materia sensible -como, sobre todo, el final de la violencia-, que sólo aparecieron de manera tangencial y genérica.

Aparte de eso, de cada frase se desprendió el tradicional guiño al "cambio", tanto de las "viejas políticas", como de los partidos que han liderado "gobiernos despóticos" en los últimos años y que, según afirmó Luis Salgado, miembro de Alternatiba, número cuatro de la coalición en la candidatura a las Juntas Generales por Vitoria que lidera la independiente Idoia Zapirain, y encargado ayer de abrir el acto, "temen una izquierda que les plante cara"; la que Bildu representa.

Lorena López de Lacalle, diputada foral esta legislatura por EA y número dos de esta misma lista, puso el acento en otra de las ideas fuerza en las que los representantes de Bildu quisieron hacer hincapié: esta coalición busca concitar el apoyo de todos los electores "independentistas, soberanistas y progresistas", avanzando así también la campaña que dirigirán contra Aralar para segar los pies bajo esta otra pata del soberanismo progresista vasco.

Asimismo, prometió plantear una profunda reforma fiscal "para que los servicios sociales no sufran los efectos de la crisis", marcando así el paso que seguirá Bildu en el debate que motivó la salida de EA del pacto por el que gobernaba la Diputación Foral de Álava junto a PNV y Aralar.

Kike Fernández de Pinedo, el independiente que concurrirá a la cita con las urnas como candidato a alcalde de Vitoria, ofreció también cambio para construir una capital "más justa, más sostenible y más euskaldun" en la que no se "derroche dinero en proyectos de futuro incierto".

Lejos de los micrófonos observaban el acto los cabezas de lista por Ayala y Tierras Esparsas, Gaizka Barañano, de EA, y la independiente Maria Helena López de Lacalle.

Los "obstáculos" El último fleco que los portavoces de Bildu quisieron dejar atado es que apostarán por "consolidar el cambio político y social que ya está en marcha", una de las pocas referencias veladas que hicieron al contexto activado tras el alto el fuego de ETA. Y, todo esto, sabiendo que "el camino no será fácil" y que en él deberán superar "innumerables obstáculos". Y es que, si el PSOE confirmaba ayer mismo que dará "instrucciones" a la Abogacía del Estado y al fiscal general para que impugnen las candidaturas de Bildu, el Consejo de Ministros convertirá este impulso en oficial hoy mismo, con lo que comenzará un proceso jurídico-policial que podría acabar sobre la bocina, a las puertas de la jornada de reflexión.