madrid. El anuncio de Valeriano Gómez para que las grandes empresas con beneficios paguen sus propias prejubilaciones en vez de cargar su coste a la Seguridad Social despertó ayer el apoyo de las principales formaciones del Congreso, aunque con matices.

El coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, apoyó la medida pero consideró "paradójico" que el Gobierno la plantee justo después de permitir el ERE de Telefónica y de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años. Montoro subrayó que España debe ser un país "coherente" y que los empleados de las grandes empresas tienen que remar "en la misma dirección" que el resto de trabajadores y los autónomos. Eso sí, Montoro pidió explicaciones al Gobierno por el hecho de que mientras pide a la mayoría de los ciudadanos que trabajen más años, un "grupo" de empleados de grandes empresas puedan jubilarse mucho antes y con cargo al erario público.

Por su parte el portavoz de Trabajo de CiU en el Congreso, Carles Campuzano, se mostrado a favor de las medidas anunciadas por Gómez porque considera que los ERE en las grandes multinacionales con beneficios millonarios son una práctica "inmoral e irresponsable". "Hay que buscar una solución", señaló Campuzano, si bien remarcó que, antes de decidir si apoya o no la reforma que el Gobierno quiere llevar al Congreso tendrá que conocer su redacción definitiva.

Joan Ridao, desde ERC, abogó por limitar las prejubilaciones de las empresas y reclamó al Gobierno que no autorice una "obscenidad" como el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea Telefónica en ninguna empresa con beneficios y que reparta bonus entre su directivos.

Finalmente el portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, aseguró que lo dicho por el ministro de Trabajo "no es nada nuevo", dado que ya figura en las recomendaciones del Pacto de Toledo. Por eso aseguró que no basta con esta medida, sino que "hay que modificar la legislación y, en concreto, el Estatuto de los Trabajadores".