El expresidente egipcio Hosni Mubarak podría enfrentarse a la pena de muerte si queda probado que ordenó utilizar la violencia contra los manifestantes que consiguieron acabar con su régimen en las revueltas de la primavera árabe. Así lo asegura la cadena Al Arabiya, que recuerda que la represión en las protestas acabó con la vida de 385 personas, según unas fuentes, y hasta 800, según otras. La Fiscalía egipcia ha ordenado el traslado de Mubarak de la clínica de Sharm el Sheij hasta un hospital militar de El Cairo. Mubarak y sus hijos Gamal y Alaa fueron detenidos el miércoles dentro de una investigación judicial sobre la violenta represión de las revueltas de enero y febrero. Por su parte, el periódico gubernamental Al Ahram, cita este viernes al presidente de la corte de apelaciones de El Cairo, Zakaria Chalach, que afirma que Mubarak podría ser ejecutado si se lo reconoce culpable.