DONOSTIA. La Guardia Civil detuvo ayer tarde en la localidad navarra de Bera a Lander Etxeberria San Sebastián, según informó el propio instituto armado en un comunicado. La Guardia Civil acusa al arrestado de “colaborar” con el denominado Comando Erreka de ETA, del que presuntamente formarían parte los hermanos Aitor e Igor Esnaola, detenidos el pasado martes. Según fuentes policiales, Etxeberria podría haber ejercido labores de enlace entre el citado grupo y la dirección de ETA. Por otra parte, agentes de la Guardia Civil volvieron ayer al caserío de los Esnaola en Legorreta, donde, según fuentes policiales, hallaron un escondite con “importantes cantidades” de polvo de aluminio, pentrita y cordón detonante. Además, aseguraron haber hallado otros 125 kilos de nitrato amónico en un caserío abandonado, también propiedad de la familia Esnaola.
Además, la Guardia Civil también informó del hallazgo de otro escondite en Zegama, donde habrían encontrado “gran cantidad” de nitrato amónico, cordón detonante, polvo de aluminio y detonadores. Asimismo, los agentes habrían descubierto dos depósitos más con idéntico contenido en las localidades navarras de Baraibar y Azpiroz. El propio Aitor Esnaola estuvo presente en la mayoría de registros. Con las de ayer, el montante total del material explosivo incautado en la operación contra el denominado Comando Erreka asciende, según fuentes policiales, a 1.600 kilos. La Guardia Civil destacó que “se trata del mayor almacén de ETA hallado en España hasta hoy”.
Por otra parte, amigos y compañeros de trabajo de los hermanos Esnaola hicieron público ayer, mediante un acto celebrado en Donostia, un comunicado en el que hicieron constatar su “preocupación” en relación a las detenciones. Entre los presentes al evento, se encuentraban destacadas personalidades del mundo de los herri kirolak, como el harrijasotzaile Aimar Irigoien, el aizkolari Iñaki Azurmendi o el presidente de la Federación Guipuzcoana de Pelota, Patxi Jauregi, entre otros. Los citados trasladaron su solidaridad a los familiares de los arrestados, y pidieron que se respete su presunción de inocencia “por encima de cualquier otra consideración”. Además, reclamaron un trato físico y psicológico correcto para los detenidos, así como la asistencia de un letrado de confianza y el fin del régimen de incomunicación, “tal y como recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. >dna