pekín. José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer su primera jornada de visita oficial a China cerrando el compromiso del Gobierno de aquel país de que mantendrá sus inversiones en deuda española y apoyará la refinanciación del sistema de las cajas de ahorro. Es decir, Pekín respalda las prioridades que en materia de estabilidad económica se marca el Ejecutivo español, aunque aún no está claro a cambio de qué.
Dos cuestiones podrían dar la respuesta: por una parte la invitación del ministro de Industria para que China puje por la privatización de aeropuertos y puertos españoles, lo que podría dejar en sus manos buena parte de la gestión de infraestructuras básicas y, por otra parte, ganar peso en las decisiones de la UE a través de un socio privilegiado. Pekín considera a España "el mejor amigo de China en Europa" y el hecho de que ya controle el 12% de los bonos de deuda emitidos por el Tesoro Público (más de 25.000 millones), puede condicionar la postura de Madrid en futuros conflictos comerciales entre Europa y China. Si Pekín sigue invirtiendo en deuda hispana y, además, controla parte del entramado financiero a través de loas cajas de ahorra, su peso específico crecería.
Gratitud Pero el Gobierno, acorralado por la crisis y las exigencias de reformas estructurales de Bruselas, ha de buscar financiación fuera y Pekín se la da. Así pues, y tras su entrevista con el primer ministro chino Wen Jiabao, en la que se ató el compromiso sobre deuda y cajas, Zapatero estaba exultante. No es para menos; anunció el compromiso del gigante asiático de garantizar la estabilidad de la deuda española, lo que en la práctica se traduce en un comprador seguro y fuerte que alejará los ataques de los especuladores internacionales. "China se ha comportado como un muy buen amigo cuando España afrontaba las dificultades de la crisis", reconoció Zapatero. La respuesta de Wen también fue cálida: "Dos países conocen la verdadera amistad en las adversidades, como se conoce el verdor del pino en lo más crudo del invierno".
Tras su encuentro con Wen, Zapatero se reunió con el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, quien se presume que será el próximo primer ministro. Keqiang elogió las "decididas y fuertes" reformas aprobadas por el Gobierno de España, que están permitiendo superar las dificultades "coyunturales", y estimó que la economía del país "ya ha retomado la senda del crecimiento sostenido". De nuevo Zapatero agradeció la ayuda china, "muy importante para superar las mas graves dificultades" de la crisis, y defendió las reformas y las medidas de austeridad puestas en marcha al considerar que "se ha recuperado la confianza de los mercados".
La deuda y la financiación de las cajas eran dos de los principales objetivos de la visita de Zapatero a la capital china, inicio de un viaje que continuará hoy en Singapur y que le llevará también a la isla china de Hainan, donde se entrevistará con el presidente del país, Hu Jintao.