vitoria. La Gendarmería francesa no tiene dudas. El miembro de ETA Oier Gómez tiró "a matar" cuando el sábado abrió fuego contra los agentes que iban a dar el alto a su vehículo en un control de carreteras. En su intento de huida, Gómez e Itziar Moreno estuvieron a punto de repetir el episodio que hace un año acabó con la vida del policía Jean-Serge Nerin, pero en este caso el disparo alcanzó en la clavícula al agente, que se recupera de sus graves heridas sin que se tema por su vida.
El coronel de la gendarmería de Lemosín, Michel Labbe, fue quien declaró ayer a TVE la supuesta intención homicida de Gómez y Moreno, que protagonizaron una espectacular huida que se saldó con tres tiroteos y un extraño regreso a pie hasta la zona donde habían sido interceptados por primera vez 18 horas antes de su arresto. La Policía gala cree que estos extraños movimientos se deben a que ETA cuenta con infraestructura en la zona, y que por lo tanto los miembros de ETA buscaban un refugio seguro cuando fueron detenidos en Croze, a apenas diez kilómetros de donde instaló la Gendarmería el control contra el que abrieron fuego.
Más de 300 policías galos participaron en el dispositivo de búsqueda de los dos presuntos miembros de ETA, que tras saltarse el control fueron de nuevo localizados una hora más tarde cerca de la próxima localidad de Courcelles, aunque lograron escapar de nuevo. Con la detención de estos dos supuestos miembros de ETA, que han pernoctado en la comisaría de Limoges y que pasarán a disposición judicial al final de la investigación que se lleva a cabo en los diferentes escenarios donde se produjo su persecución, el aparato militar sufre otro duro golpe. La Policía cree que Gómez era quien huyó cuando, el pasado 21 de marzo, fue arrestada en Indre Jone Lozano.