Ayer fue el día. Barcelona preguntó a sus vecinos si "están de acuerdo con que la nación catalana se convierta en un Estado de derecho, independiente, democrático y social integrado en la Unión Europea". Unos optaron por el sí, y otros por el no. Pero la cifra de la que todos hablaron fue la de participación: 257.645 personas, un 21'37% de la población. El secretario general de CiU, Oriol Pujol, dijo que "tomamos nota" y que su partido "hará bandera del derecho a decidir".

La organización se había marcado el listón del 10%. Aspiraban a esa cifra aunque les animaba pensar que podrían superar el 12'17%, que fue el porcentaje que logró la consulta realizada por el Ayuntamiento de Barcelona para preguntar a los vecinos si querían remodelar la Avenida Diagonal. Y lo conseguieron, ya que la consulta ha superado todas las expectativas en cuanto a la participación. "Es un resultado importante, sorprendente e insólito", explicó el portavoz de la plataforma Barcelona Decideix, Alfred Bosch, abrumado todavía por los resultados.

La movilización ciudadana ha logrado motivar a personalidades del mundo de la cultura y la ciencia, pero también de la política. Así, ayer votaron el president de la Generalitat Artur Mas, el expresident Jordi Pujol, la actual vicepresidenta Joana Ortega, el conceller de Economía, Andreu Mas Collell, y el de Cultura, Ferran Mascarell, del PSC. También participaron Oriol Pujol y el alcaldable de Barcelona Xavier Trias, ambos en la sede de Omnium Cultural. Asimismo, se sumaron miembros de ICV, ERC, Solidaritat Catalana y hasta el exconseller socialista Antoni Castells. La organización valoró muy positivamente esta participación porque evidencia, afirmó un portavoz, que en Catalunya se ha llegado a un punto de inflexión.

El 13 de setiembre de 2009, Arenys de Munt marcaba un hito en la historia de Catalunya. Este municipio convocó la primera consulta y animó a otros municipios a hacerlo. La iniciativa levantó muchas ampollas pero también despertó un sentimiento que durante mucho tiempo había estado latente. Lo que empezó en Arenys de Munt culminó ayer en Barcelona.

llamada a ir a las urnas Un total de 1.420.580 barceloneses mayores de 16 años estaban llamados a votar, aunque una parte de ellos ya lo hicieron durante los meses de recogida del sufragio anticipado. La plataforma Barcelona Decideix, consciente de que movilizar una ciudad tan grande y diversa era complicado pero crucial, puso en marcha una importante campaña de motivación: durante cuatro meses han ocupado enclaves estratégicos para que, quien lo deseara, ejerciera su derecho a voto en cualquier momento. Para los que esperaron hasta el último día, ayer había 505 urnas repartidas en 347 colegios electorales.

Un sistema informático prevenía el voto duplicado para evitar el fraude en un acontecimiento que no cuenta con el respaldo de las instituciones. El dinero ha salido del bolsillo de los voluntarios que han participado en la organización. La consulta ha contado además con la supervisión de un grupo de observadores internacionales para verificar que no se producen irregularidades en el proceso. Muchos medios de comunicación extranjeros se han hecho eco de la consulta. La agencia norteamericana Associated Press, la emisora de radio alemana Deutschlandfunk y el periódico húngaro Origo Nagyvilág desplegaron enviados especiales para explicar en sus países lo que ocurría en Catalunya.

Con la consulta en Barcelona y otros 20 municipios se han dado por terminadas las consultas soberanistas en Catalunya . Una iniciativa ciudadana que ha servido para poner sobre la mesa de forma desacomplejada el debate sobre la independencia. Muriel Casals, presidenta de Omnium Cultural, sentenció ayer que "la realidad ha superado el sueño".