Vitoria. Los promotores de Bildu, la coalición formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes, acudieron ayer a las juntas electorales de la CAV y Navarra -hoy viajarán a Madrid- para registrar este partido en el listado de planchas participantes en los comicios del 22 de mayo, un paso que estará acompañado de la vigilancia exhaustiva del Ministerio del Interior por detectar si estas listas pretenden dar continuidad a partidos ilegalizados.

En la misma línea argumental defendida durante la presentación el domingo del nuevo partido, el máximo representante de EA en Navarra, Maiorga Ramírez, destacó que Bildu no supone un "plan B" de la izquierda abertzale histórica por concurrir a las urnas, sino la apuesta de dos partidos que sumarán en sus planchas conjuntas a "un grupo muy importante de independientes representativos de la pluralidad existente en la sociedad".

Pero estos argumentos no convencen al Gobierno español. Alfredo Pérez Rubalcaba avanzó que el Ministerio del Interior estudiará "con lupa" cada uno de los nombres que figuran en las listas electorales para evitar que se incumpla la Ley de Partidos Políticos, mientras que desde su misma formación, el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, fue más allá al afirmar que el Ejecutivo seguirá luchando contra "el complejo ETA-Batasuna, se llame como se llame".

Ambas advertencias no satisfacen al PP, que en Euskadi ya ha demandado al Departamento de Interior la elaboración de un informe policial para determinar si Bildu queda "contaminada" por la presencia de miembros de formaciones ilegalizadas.

Pasos "diseñados" El PNV sigue defendiendo la legalidad de Sortu, aunque la demanda de nulidad del fallo judicial que impide su registro como partido político hace sospechar en Sabin Etxea que los plazos no permitirán que esta formación concurra en las urnas el 22 de mayo.

Aclarado este punto, el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, no ocultó ayer en una entrevista radiofónica sus discrepancias sobre que Bildu no se trate de un plan B de la izquierda abertzale por participar en las urnas. "Estamos en el juego de la escenificación de esos pasos que ya estaban diseñados en una estrategia predefinida hace ya años", matizó.

No obstante, mostró su disconformidad con el afán del Gobierno español por revisar una lista presentadas por una coalición de formaciones legales.

Las dudas manifestadas también ayer por su compañero de partido y presidente del Gipuzku Buru Batzar, Joseba Egibar, van por otros derroteros. El dirigente jeltzale comparte la visión cristalina que ofrecen EA y Alternatiba, dos partidos que no suscitan dudas sobre su legalidad, pero cuestionó "quién va a administrar los programas" que la coalición presente ante las urnas.

Desde el Gobierno Vasco, su portavoz, Idoia Mendia, situó la pelota en el tejado del Ejecutivo español y recordó que es al Ministerio del Interior al que le corresponde analizar las listas y, en caso de detectar algún atisbo de ilegalidad, transmitir esa información al aparato judicial del Estado.