Donostia.Uno de los argumentos estrella que esbozó Patxi López en la tribunaparlamentaria para defender a ultranza a Ana Urchueguía fue el informefiscalizador del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) relativo alaño 2004 y que, al contrario de lo que afirmó el lehendakari, no era uninforme detallado sobre las ayudas de Lasarte-Oria a Somoto sino uninforme fiscalizador de la totalidad del Ayuntamiento guipuzcoanocorrespondiente al ejercicio de 2004.

Enconcreto, de las 64 páginas que conforman el informe que citó ellehendakari el pasado 4 de marzo en el Parlamento Vasco, las ayudas dela cooperación al Tercer Mundo tan solo merecen una línea en la página48 del mencionado informe. Además, de los 280.000 euros auditados, loscorrespondientes a entidades somoteñas -en concreto OHLOS y Asodecom-son 183.383, es decir, ni siquiera el 10% de los más de dos millones deeuros que han llegado a Somoto a través del municipio guipuzcoano, víaayudas municipales al desarrollo.

Enaquella intervención parlamentaria, Patxi López afirmó textualmente que"en el año 2005 el Tribunal de Cuentas elaboró un informe detalladosobre la utilización de los fondos de cooperación en Somoto y elTribunal, en el que por cierto el fiscalizador del informe no eraprecisamente sospechoso de ser socialista, no encontró motivo deirregularidades", dando a entender que se trataba un informe deauditoría relativo a la ayuda a la cooperación, algo absolutamentealejado de la realidad.

En la nota deprensa que emitió el órgano fiscalizador en su día en relación a lascuentas de Lasarte-Oria, en ningún momento se realiza mención alguna ala cooperación y, mucho menos, a las ayudas a Somoto.

Segúnfuentes consultadas del órgano fiscalizador vasco, el objetivo de lafiscalización no es la detección de fraudes, sino la valoración sobrela razonabilidad de las cuentas y el cumplimiento de la legalidad, paralo cual se revisan muestras de expedientes.

Elhecho de que se hubiera fiscalizado el año 2004 no garantiza, en ningúncaso, que se hubieran fiscalizado, siquiera, todas las ayudas almunicipio nicaragüense porque depende de que todos los expedienteshubieran entrado en la muestra a fiscalizar.

Porotro lado, según las mismas fuentes del Tribunal Vasco de CuentasPúblicas, la fiscalización de las ayudas a países en vías de desarrolloson prácticamente imposibles debido a que "los justificantes a veces noson facturas normalizadas, no es posible verificar por inspecciónfísica que las obras subvencionadas se han realizado, no hayconocimiento del nivel de precios del país que recibe la ayuda, ni tansiquiera es posible saber que las cuantías que se pagan por financiarobras son razonables en el país de destino".

Encualquier caso, esa mínima referencia en un informe fiscalizador globalreferido al ejercicio de 2004, y que utilizó el lehendakari como granargumento en defensa de la actuación de Ana Urchueguía, fue anterior alos 35 informes demoledores del interventor municipal que esteperiódico publicó el pasado domingo.

Enlos citados informes, referidos al periodo entre 2005 y 2008, y que eneste caso sí que tenían como único objeto las ayudas a Somoto a travésde los proyectos concretos, el interventor municipal de Lasarte-Oriallega a la evidencia de que las tres entidades somoteñas objeto de lasayudas --OHLOS, Asodecom y la Alcadía de Somoto- adeudan casi 400.000euros a las arcas de Lasarte-Oria al no haber podido justificar lassubvenciones recibidas.

Hay que dejarclaro que los informes del interventor municipal, en los que sedetectan numerosas irregularidades de todo tipo, se refieren tan solo aun periodo de cuatro años, mientras que la ayuda de Lasarte-Oria aSomoto se alargó en el tiempo por un periodo superior a diez años, ysolo quedó congelada en el momento en que el interventor emitió suinforme del año 2009, preludio de la comisión de investigación y delbloqueo de las ayudas.

Por otro lado,el último pleno ordinario del Ayuntamiento de Lasarte-Oria, celebradoel pasado 10 de marzo y que contó con la ausencia de Ana Urchueguía,aprobó una moción presentada por el Partido Popular en la que seinstaba al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas a que fiscalice todas lasayudas de Lasarte-Oria destinadas a Somoto en materia de cooperación,algo que, a pesar de los intentos del lehendakari, todavía estápendiente de realizar.