Londres. Un policía resultó muerto ayer en la explosión de una bomba lapa colocada bajo su coche en la localidad norirlandesa de Omagh. El agente, que según algunos medios de información era católico, tenía 25 años y había terminado hacía poco su formación.

Se trata del segundo policía asesinado desde que en 2001 se creó el PSNI (Servicio de Policía de Irlanda del Norte) a partir del Royal Ulster Constabulary, en su mayor parte protestante y al que la comunidad católica acusaba de comportamiento sectario. En los últimos años la actividad terrorista de algunos grupos no ha cesado y la provincia sigue manteniendo el estado de máxima alerta.

Hasta el momento ninguna organización ha reivindicado el atentado aunque el tipo de explosivo es uno utilizado normalmente por disidentes republicanos del IRA, según dijeron fuentes policiales. La explosión se produjo poco antes de las cuatro de la tarde hora local (15.00 GMT).

Por la mañana, horas antes de este último atentado, alrededor de 2.000 personas que participaban en un maratón pasaron por las cercanías de la zona residencial donde estalló el artefacto. El ataque se ha producido un mes antes de las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte.

El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, condenó el atentado terrorista y dijo que un "grupo minúsculo" trata de torpedear el proceso de paz.

Asimismo, políticos de distintos partidos, entre ellos el líder de Sinn Féin, Gerry Adams, también expresaron su condena. "Sinn Féin está decidido a que los responsables no hagan retroceder el proceso de paz de Irlanda del Norte", afirmó Adams.

La sospecha se dirige hacia los disidentes del IRA. Robinson dijo que es posible que los terroristas pretendieran disuadir a los jóvenes católicos de apuntarse a la policía norirlandesa y a todos los ciudadanos de esa comunidad de participar en los próximos comicios en la provincia.

El jefe del MI5 advirtió ya el año pasado de que el peligro de los disidentes norirlandeses había sido subestimado y que éstos constituían un peligro creciente.

Desde 2007 se han cometido decenas de intentos de ataques con bombas lapa contra los coches particulares de policías, si bien la mayoría de ellas no llegaron a estallar. Sin embargo, en dos ocasiones, en 2008 y 2010, dos policías perdieron sus piernas en sendos atentados.

La ciudad de Omagh, capital del condado de Tyrone, fue escenario el 15 de agosto de 1998 de un atentado sangriento con un coche bomba en el que murieron 29 personas y resultaron heridas 229. El atentado fue reivindicado por el IRA Auténtico, una escisión del IRA opuesta al proceso de paz.