Vitoria. Siempre estuvo latente, marcando las diferencias entre los dos máximos rivales electorales del Estado, que sin embargo trataban de mantenerse fieles al Pacto Antiterrorista al menos de cara al público. Sin embargo, a las puertas de una nueva cita con las urnas, el debate sobre las vías seguidas por el Gabinete Zapatero para buscar la desaparición de ETA se ha reabierto en canal tomando como punto de partida las actas redactadas por Javier López Peña, alias Thierry y proyectándose sobre la posible puesta en marcha de un nuevo proceso.

En ellas, el que fuera dirigente de ETA daba cuenta a su militancia de lo que sucedió en las reuniones mantenidas entre representantes del Gobierno y de ETA durante el malogrado proceso de Loiola y, especialmente, tras el atentado de la T-4. Un arsenal que ha cargado las baterías de un PP ávido de erosionar la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba, que no ha dudado en usarlo para acometer contra quien puede ser el próximo rival de Mariano Rajoy.

Para el PP, el relato de Thierry evidencia que el Gabinete Zapatero "ha mentido a los españoles" ya que confirmaría que dio el chivatazo del Faisán, que habló de presos y, sobre todo, que mantuvo viva la llama del diálogo a pesar del brutal órdago que ETA se jugó en el aeropuerto madrileño. De hecho, éste es el punto fuerte de un argumentario que los populares habrían enviado a todos sus cargos, según informaba ayer Europa Press, para uniformizar el acoso y derribo contra el Ejecutivo. "Los ciudadanos se merecen un Gobierno que no les mienta", ensayó el propio Rajoy para marcar el paso y devolver a Rubalcaba el dardo con el que tanto daño le hizo tras el 11-M. Así, ligando esas afirmaciones con la situación actual, el PP se pregunta "quién puede garantizar" que aquel proceso no se repita ahora, por lo que concluye que la única salida es la dimisión del ministro socialista si es que no puede "desmentir" lo publicado. Que pida "perdón" y se vaya "a casa".

La 'contra' de Rubalcaba Pero Rubalcaba es perro viejo y no se arruga con facilidad. Las actas de ETA son "bazofia llena de mentiras", respondió ayer en la sesión de control al Ejecutivo, antes de pasar al contraataque contra una bancada popular que le miraba de medio lado, pendiente de saber cómo se zafaba de este envite con el que estaban seguros de haberle noqueado.

El ministro del Interior dio un paso atrás para devolver el debate al apoyo en la lucha contra ETA que la oposición debe al Gobierno en virtud del Pacto Antiterrorista. Desde allí, reprochó a los populares que añadan a su "habitual arsenal de infamias" cualquiera que les sirva para erosionar al Ejecutivo en su lucha por volver a La Moncloa, aunque se lo proporcione ETA. "¿Se ha preguntado por qué son los únicos en traer estos temas al Congreso?", respondió.

A partir de ahí, Rubalcaba recuperó el proceso de diálogo que puso en marcha Aznar para equilibrar la balanza y siguió negando los puntos que cuestionan la actuación del Gobierno. Mientras, la plana mayor del PP se sumaba a este gota a gota evidenciando que no dejarán pasar esta ocasión de entresacar algunos votos de las maltrechas costillas del PSOE marcándole de cara al futuro.