bilbao. El momento de dar lo mejor. Éste es el lema con el que el PNV encara las elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo. Unos comicios a los que la formación jeltzale concurre con un programa que se dio a conocer ayer, y en el que se incide en la solvencia del PNV como garantía y aval para hacer frente a una situación de crisis económica global y de crisis política e institucional a nivel de Estado, pero que, sin embargo, a nivel de Euskadi también está caracterizada por la esperanza abierta tras los pasos dados por parte de la izquierda abertzale oficial y por el alto el fuego permanente decretado por ETA.
De este modo, confianza, estabilidad y apertura son los tres vértices sobre los que el PNV hace pivotar su programa electoral de cara a un momento que la formación jeltzale considera como "clave para el futuro económico, social y político de nuestro país".
Iñigo Urkullu, presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, no puso ayer paños calientes a una situación de crisis económica global que afecta también de forma particular a Euskadi. En un momento en el que -según el dirigente jeltzale- se está sufriendo las consecuencias de un Gobierno Vasco "sin iniciativas", Urkullu ofreció, en contraposición, la solvencia del PNV en aquellas instituciones en las que ocupa la responsabilidad de gobernar.
indicadores negativos Así, en un lado de la balanza el dirigente jeltzale colocó la incertidumbre que ofrece el encontrarnos ante un panorama en el que, por parte de Ejecutivo vasco, no hay iniciativas legislativas ni interlocución interinstitucional. Todo ello ha derivado en que los indicadores objetivos son negativos, con un mayor paro, más endeudamiento y con una disminución en la calidad de servicios públicos como Sanidad, Educación o Servicios sociales. Ante esta situación, el PNV ofrece un compromiso basado en dos premisas: certidumbre y confianza. El foco central del programa del partido dirigido por Urkullu en esta materia es comprometerse en iniciativas específicas para la reactivación económica y la creación de empleo. Para ello, el PNV pone el acento en la eficacia y la sostenibilidad como ejes clave de su actuación, que se dirige, sobre todo, a liderar estrategias de desarrollo local. El mantenimiento del tejido industrial, el desarrollo del sector turístico o el apoyo al sector primario y la industria transformadora son algunos de los puntos concretos en los que la formación jeltzale basa su compromiso para la reactivación económica y la creación de empleo. Otro de los elementos claves de la situación con la que se encara esta campaña es la situación de crisis política a nivel de Estado, que revierte de forma directa a Euskadi. El PNV constata el clima de enfrentamiento entre los dos grandes partidos, PSOE y PP, una situación que no hace más que agravar los problemas y que se va a agudizar a medida que se acerquen las elecciones.
Con los socialistas inmersos en pleno debate sucesorio, lo que a su juicio implica un desbarajuste interno, y un PP cuyo horizonte y objetivo político se sitúa no en estos comicios municipales, sino en las generales, el PNV oferta "estabilidad".
El tercer ángulo del programa hace referencia al momento actual, en el que, según el PNV, los ciudadanos vascos afrontan el futuro con esperanza. La formación jeltzale recuerda que ha pasado más de un año sin que se haya producido muertos por acciones terroristas, lo que llevó a Urkullu a asegurar que "estamos mejor que hace un año, y mucho mejor que hace dos". En esta coyuntura, la formación peneuvista apuesta por la apertura, traducida en un trabajo por consolidar la nueva realidad.