EL impasse judicial al que está sometida la izquierda abertzale histórica, a la espera de que el veto a la inscripción de Sortu en el registro de partidos llegue al Constitucional y del devenir en los tribunales que pueda tener el supuesto plan b, bajo la denominación de Bildu, o la vía abierta ayer en Estella, lo cierto es que el resto de partidos de la escena política vasca, sumergidos ya de lleno en la precampaña electoral, no pueden sustraerse en sus discursos de la batalla jurídica que se libra en Madrid y de sus consecuencias institucionales a muy breve plazo en Euskadi.
En las intervenciones de ayer nadie se movió del guión ya conocido y marcado por el pronunciamiento de la Sala del 61 el pasado miércoles, con las incógnitas aún por desvelar de cómo se materializa el proyecto presentado ayer en Lizarra y a falta de conocer el argumentario preciso esgrimido por los magistrados del Supremo críticos con la prohibición a Sortu para inscribirse en el registro de partidos. Porque la sensación generalizada es que el asalto de la semana que ahora concluye es sólo el primero de otros cuantos que han de llegar en próximas fechas.
"Bien se llame Batasuna, bien se llame Batasortu o bien se llame Bildutsuna, en el fondo, lo que hay que hacer es lo que funciona, que es ser exigentes, ser firmes, y que no tengan opciones de hacer un nuevo engaño", apuntaba el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, en un acto preelectoral en Donostia.
A los tiempos se refería el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, en los micrófonos de Radio Euskadi. Los socialistas dejaron la pelota de ilegalización o no de Sortu en los tribunales, pero el apretadísimo fallo del Supremo ha minado la estrategia de cargar la responsabilidad de la decisión, para bien o para mal, en la Sala del 61. Pastor apelaba a la prudencia porque "no es despreciable el hecho de que nueve jueces digan que no y siete digan que sí". "Eso significa que ese recorrido que ha empezado a hacer el mundo de Sortu, esas declaraciones públicas, esos estatutos, para muchos jueces significa que han movido ficha, han sido creíbles y entendían que cumplía razonablemente los mínimos democráticos", indicó.
"Supongo que esa división casi partida a la mitad del Supremo, reforzará las tesis de Sortu en un más que previsible recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional", manifestó Pastor, frente a un PNV que por boca de su presidente en Bizkaia, Andoni Ortuzar, expresaba en otro acto de precampaña en Gorliz el deseo jeltzale de que la izquierda abertzale histórica esté presente en las urnas "a derechas, por la vía correcta".
"A nosotros nos habría gustado que Sortu se hubiera podido presentar a derechas, por la vía correcta, por la vía ordinaria. Creemos que no sólo nosotros, sino unos cuantos miembros del Tribunal Supremo, cree que eso debía ser así, y esperemos que lo sea en el futuro", afirmó alertando del riesgo de que se utilicen "los resortes del Estado con fines electoralistas", como hace cuatro años, cuando en unos pueblos fue posible que ANV presentara listas y en otros no.