bengasi. Entre 8.000 y 10.000 personas han muerto en Libia desde el inicio de la revuelta contra el líder libio, Muamar al Gadafi, según cálculos difundidos ayer por los rebeldes en Bengasi, capital de los revolucionarios. El portavoz de los rebeldes, Mustafa Geriani, dijo en declaraciones a los periodistas que no descartan que la cifra pueda ser superior.
"Habrá que ver cuando estos tipos se marchen, porque, por ejemplo en Trípoli, de donde no tenemos datos, sabemos que 1.200 personas fueron secuestradas en sus casas -activistas políticos y gente originaria de Bengasi- y han podido ser empleadas como escudos humanos", destacó.
Y recordó que en Bengasi tan solo el fin de semana pasado fallecieron 120 personas durante los enfrentamientos con los gadafistas.
Por otro lado, señaló que el régimen de Gadafi ha intentado en varias ocasiones negociar con los rebeldes pero que ellos siempre lo han rechazado. "Siempre hemos pedido que detengan primero los asesinatos" para sentarse en la mesa a dialogar", indicó. Asimismo, Geriani negó que se haya entablado conversaciones con jefes tribales y que vayan a iniciarlas. Además, reiteró el llamamiento de los rebeldes a que las fuerzas internacionales detengan el reclutamiento de mercenarios por parte de Gadafi y subrayó que "la calle libia es positiva sobre la intervención extranjera", aunque reiteró el rechazo a cualquier operación terrestre.
Por otra parte, el director del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el vicealmirante William Gortney, indicó ayer que no existe más contacto con los rebeldes que se enfrentan a Gadafi que el que tiene lugar por medio de los canales diplomáticos, y que no hay relación directa con el mando de las fuerzas insurgentes concentradas en Bengasi. Gortney instó a las tropas de Gadafi a cesar inmediatamente las hostilidades. "Es un mensaje sencillo: dejad de luchar, dejad de matar a vuestro propio pueblo y dejad de obedecer las órdenes de Gadafi", aseveró.