saná. Las protestas antigubernamentales volvieron a producirse ayer en Yemen pese al anuncio del presidente, Ali Abdula Saleh, de que está preparado para abandonar el poder pero sólo lo transferirá a "manos seguras". Al mismo tiempo miles de miembros de clanes tribales leales al gobierno se reunieron en la capital Saná para apoyar a Saleh desbaratando así los planes de los opositores de marchar hacia la residencia del mandatario. No obstante, de acuerdo con testigos, miles de personas se reunieron en otras partes de Saná en lo que parece la mayor protesta anti-Saleh desde que comenzó el alzamiento hace seis semanas. Los manifestantes se congregados eran decenas de miles, incluso después de los sangrientos ataques del pasado viernes. Muchos de los asesinados recibieron disparos en el pecho y en la nuca.

También ayer, un opositor murió y unos cien más resultaron heridos al dispersar la policía jordana una manifestación en el centro de Ammán. El fallecido fue identificado como Jairi Saad, de 55 años, quien perdió la vida en uno de los enfrentamientos que se produjeron en la plaza Gamal Abdel Nasser de Ammán, donde grupos de la oposición tienen instaladas tiendas de campaña en una vigilia política en favor de las reformas. En Bahrein, pese a la represión y la invasión Saudí para aplastar al movimiento opositor, los contrarios al régimen volvieron a manifestarse.