Madrid. Cara a cara y de viva voz . Cada parte escenificó la defensa vehemente de los argumentos que venían planteando las últimas semanas. Dentro de sus deliberaciones, la denominada Sala del 61 del Tribunal Supremo, acordó la pasada semana examinar en vista oral las demandas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado para impedir la inscripción de Sortu como partido político, y ayer fueron varios los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional encargados de elaborar los informes, los que ratificaron y defendieron los argumentos expuestos en los escritos. Los abogados de la defensa, Iñigo Iruin y Adolfo Araiz, apostaron por llevar a la sala la cuestión del proceso del debate interno en la izquierda abertzale oficial y la evolución y los cambios en los postulados en el seno de ésta, lo que generó acalorados rifi-rafes entre ambos letrados y los agentes. Estos últimos defendieron el carácter continuista de Sortu con respecto a Batasuna, y según las palabras del primer agente en declarar, un miembro de la Polícía Nacional, la nueva formación se trata de "una inicativa de Batasuna para refundirse", y aunque reconoció como novedad la alusión a la condena a la violencia, destacó el carácter "utilitario" de ésta.

Así, esta sala del Tribunal Supremo, se convirtió en el escenario de toda una serie de exposiciones de gran carga opinativa y que camina hacia una pronta sentencia por parte del Tribunal que determinará el devenir de la emergente formación. Y no lo va a tener nada fácil. A pesar de la intensa sesión de ayer.

La vehemencia de la defensa consiguió en algún momento hacer titubear a los agentes, que se llevaban los deberes bien hechos, que trasladaron una buena parte de su argumentario al pasado de las ilegalizada Batasuna y que sostenían que las divergencias en este mundo se han dado "históricamente".

Uno de los abogados de la defensa, Iñigo Iruin, que fue quien preguntó a este primer agente, hizo reconocer a éste que Sortu establecía como apuesta el proceso democrático, y trató de que admitiera que Sortu no es una reproducción "mimética" de Batasuna, a lo que éste respondió que no puede serlo ya que Batasuna surgió en un contexto político y social diferente, y añadió que Batasuna jamas rechazó la violencia, pero que nadie se lo exigió al no existir todavía la Ley de Partidos que le hiciera cumplimentar.

Tanto este Policía Nacional como el primer Guardia Civil en testificar plantearon que no ha habido por parte de la izquierda abertzale ni de Sortu una condena de la violencia, sino un rechazo. Asimismo, los agentes participantes en la vista también destacaron la relevancia que siempre han tenido las elecciones para la izquierda abertzale oficial, sobre todo aquellas relativas a instituciones que están más cercanas a la población, como los ayuntamientos o las Juntas Genereles.

En lo que también coincidieron es en que "no hay signos evidentes de que ETA vaya a disolverse". Así mientras que el Policía Nacional aseguraba que lo que se está dando es "una desactivación temporal" en pos de unos objetivos, el Guardia Civil puso varios ajemplos para sostener esta teoría, como la detención la misma mañana de ayer de la presunta miembro de ETA Jone Lozano en Francia, o el creciente número de coches robados en el país vecino. El policía nacional, en su intervención hizo alusión a la existencia de cartas solicitando el impuesto revolucionario hasta el pasado noviembre, y a los 200 kilos de explosivos que fueron recientemente incautados a la banda, hechos ante los cuales, según el testigo, responsables de Batasuna como Txelui Moreno alegaron no ser Sortu para no condenarlos.

Los testigos destacaron el protagonismo de destacados miembros de Batasuna en los actos de presentación del nuevo partido y subrayaron la presencia en el Palacio Euskalduna de la letrada Arantza Zulueta, que según un guardia civil es identificada por la militancia de Batasuna como "la voz de ETA en las prisiones", la representante de la línea más ortodoxa de la banda armada.

Tras la comparecencia de los testigos de ayer, la Sala del 61 suspendió la vista hasta la mañana de hoy a las diez, cuando las partes expondrán sus conclusiones. Además, previsiblemente, la Sala especial del Tribunal Supremo comience a deliberar mañana mismo sobre su decisión.