trípoli. Miles de civiles libios se reunieron ayer en torno al Bab al Aziziyah, el palacio que sirve como residencia oficial del líder libio, Muamar Gadafi, para intentar servir como escudos humanos ante cualquier intento de bombardeo por parte de las fuerzas aliadas.
Los concentrados lanzaron fuegos artificiales y dispararon al aire desafiantes portando retratos de Gadafi y corearon consignas a favor del régimen. El régimen organizó una visita para los periodistas extranjeros al Bab al Aziziyah, un complejo normalmente vetado, para dar fe del apoyo al régimen.
"Abriremos los desiertos de Libia y dejaremos que los africanos inunden Europa para inmolarse como suicidas (...). Estamos dispuestos a atacar las embajadas en el extranjero", dijo un manifestante, Mustafa Abdelgadir, un joven de 27 años. La presencia de la población no ocultaba el fuerte despliegue militar, incluso con armas antiaéreas, en torno al emblemático monumento levantado para conmemorar el bombardeo de 1986 y que consiste en un gran puño dorado alzado cogiendo un caza. Varios de los edificios dañados en el ataque han sido conservados así para recordarlo.
A la concentración acudió por sorpresa una de las hijas de Gadafi, Aisha Gadafi, recibida con vítores por la población mientras saludaba desde un vehículo. "Estamos aquí. Estamos dispuestos a morir por nuestro líder", declaró Om Abdel Qadir, profesora de árabe.
Por su parte, el líder libio, Muamar al Gadafi, advirtió ayer a los líderes occidentales de que se "van a arrepentir si interfieren en los asuntos internos de Libia", al tiempo que sus fuerzas atacaron Bengasi, el principal bastión rebelde y segunda ciudad del país, y causaron al menos ocho muertos.
Gadafi lanzó estas amenazas en un mensaje que envió a los presidentes de EEUU, Barack Obama, de Francia, Nicolas Sarkozy, al primer ministro británico, David Cameron, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y que fue leído por el portavoz gubernamental, Ibrahim Moussa, y transmitido por la cadena qatarí Al Jazeera.
El líder libio reiteró en este mensaje que lo que ocurre en su país son "asuntos internos", que cualquier ataque militar será considerado como "una agresión enemiga evidente" y aseguró de que los "ciudadanos libios están dispuestos a morir por mí".
Además, el ministerio de Defensa libio dijo que respeta el alto el fuego y que la violencia ha sido desencadenada por "grupos terroristas afiliados a Al Qaeda" que atacan a las fuerzas regulares, según la agencia oficial de noticias Jana.