Vitoria. Sortu presentará hoy ante la Sala del 61 del Tribunal Supremo sus alegaciones para intentar esquivar la oposición del Estado a su inscripción en el registro de partidos, pero la posición del Gobierno de Zapatero parece inamovible. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, compartía ayer la reflexión del lehendakari en la que afirmó que "Sortu no es ETA", aunque esta "evidencia" desde el punto de vista judicial para el miembro del Gabinete estatal -"si fuera ETA estarían todos en la cárcel", agregó- no es suficiente para que la marca de la izquierda abertzale se ajuste a la legalidad.

Las tesis esgrimidas desde el PSOE, por boca de su secretario de Organización, Marcelino Iglesias, abundan en este férreo cerco a las planchas abertzales y sitúan el final del recorrido que, a su juicio, debe completar Sortu para formar parte de la clase política después del 22 de mayo. Preguntado por las declaraciones de Patxi López, acerca del cambio de actitud de Sortu respecto a la violencia, tras rechazar la actividad de la organización terrorista y mostrar su posición contraria a los supuestos planes que existían para atentar contra el lehendakari, Iglesias señaló que el PSOE está de acuerdo con él en que "es mucho mejor" que la izquierda abertzale "diga que está en contra de la violencia y los atentados, que no los comparte, a que diga que está a favor o que se calle".

Donde no comparten la visión de López es en el PP, que sigue embarcado en el "más de lo mismo" a pesar de cada nueva intervención de Sortu. A raíz de la novedosa visión del lehendakari sobre este partido, el vicesecretario de Comunicación de los populares, Eduardo González Pons, reclamó este fin de semana a Zapatero que privara de su apoyo al jefe del Ejecutivo autonómico, un gobierno basado en el acuerdo por el cambio que socialistas y populares comparten en Euskadi y que desde Génova prefieren no tocar.

Y es que estas divergencias tampoco harán mella en el pacto de PSE y PP, según valoró ayer el líder de la formación conservadora en Euskadi, Antonio Basagoiti, que no comparte la visión de López, pero prefiere aguardar a ver cuáles serán sus acciones al respecto para "medirle".

En este contexto, Basagoiti enmarcó la reacción del jefe del Ejecutivo autonómico en la cercanía de las elecciones. "Quizá el lehendakari quiere quedar bien con algunos electores", sugirió.

Por parte del PNV, Iñigo Urkullu, propuso al PSE acordar en el Parlamento Vasco una iniciativa para posibilitar la "participación política plena" de todos los partidos, incluida la de Sortu. "Es momento de pensar en y para Euskadi, no de dejarse guiar por intereses políticos electorales", apuntó.